Es otra de las preguntas con las que finalizaba la entrada de finales de
marzo pasado, y relacionada con los cuatro (4) dígitos de la clave de la
tarjeta del cajero y que utilizamos como protección.
Y aunque lo justificaremos en el desarrollo de la entrada, por si tienen
prisa en saber la respuesta, vaya por delante que la respuesta es afirmativa. SÍ. Resulta relativamente fácil conocer el PIN de cualquier artilugio electrónico. No trato de asustarles pero
es lo que hay.
Contrariamente a la opinión generalizada, basada probablemente en la lógica y las mismas matemáticas, los códigos de cuatro (4) dígitos
de tarjetas bancarias, cajas, puertas, teléfonos móviles o tabletas no se puede
decir que ofrezcan una gran protección.
Y no la ofrecen, no porque nos fallen una y otras, sino porque los humanos
desde el punto de vista de la sociología
y la psicología, somos mucho más
predecibles, relajados, simples y descuidados de lo que creemos o queremos
creer. Ya, me consta que suena duro, pero de estos mimbres estamos hechos los hombres.
PIN, lógica
y matemáticas
La determinación del número de combinaciones posibles, que se pueden formar
al tomar de cuatro en cuatro los diez dígitos (0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9),
nos la da en primer lugar la simple lógica.
Empezaríamos por 0000, 0001, 0002, y acabaremos por 9997, 9998, 9999 de
modo que serían diez mil (10 000) las combinaciones posibles. Un número no
menor a la hora de tener que adivinarlo, por lo que en principio no anda
descaminada esa opinión de las gentes con respecto a su capacidad de protección.
Esta simple deducción lógica tiene, como no puede ser de otra manera, un
fundamento matemático de combinatoria que podemos basar bien en el Principio del producto, del que
eludimos por prescindible su definición formal.
Pero que de manera informal sí podemos decir algo. Las combinaciones
posibles en este caso son las que resultan de multiplicar los dígitos
disponibles (10) tantas veces por sí mismo, como indica el número en el que lo
tomamos (4); es decir:
N = 10· 10 ·10 ·10 = 10 000
El principio del producto les decía, o bien utilizando otro concepto
también de Combinatoria, que es la parte
de las Matemáticas que estudia las
diversas formas de agrupar los elementos de un conjunto, formándolas y
calculando su número.
De las diferentes formas que existen de realizar estas agrupaciones -y dado
que en este caso no se toman todos los elementos de los que se disponen, se
pueden repetir e influye el orden de colocación de los mismos-, la correcta a
emplear es lo que se conoce como Variaciones
con repetición.
Se entiende por variaciones con repetición de “m” elementos tomados de “n”
en “n”, como las distintas agrupaciones formadas en las que: a) No entran todos
los elementos si m > n. b) Sí importa el orden. c) Sí se repiten los
elementos.
Es decir una variación es distinta de otra tanto si difieren en algún
elemento, como si están situados en distinto orden. Su número se pude determinar
mediante la fórmula
que en nuestro caso del PIN nos arroja el valor de: VR(10,4) = 104 = 10·10·10·10 =
10 000
Que no es que sean pocas ya lo hemos comentado pero, créanme, tampoco lo
suficientemente como para que aleatoriamente sea casi imposible de averiguar. Todo
depende de la combinación de números que utilicemos.
Si se lo ponemos fácil, descifrar el PIN de un iphone sólo le llevará dieciocho minutos (18 min) de tiempo. Comolo leen.
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