(Continuación) Tengo para mí que viene a ser como el antiguo periódico El Caso, pero en colores y con sonido.
Por otro lado para evitar los ‘spots’ o consejos publicitarios -ya no se
emiten anuncios, les supongo al tanto- podemos hacer ‘zapping’ que como el propio
término indica, no es la acción de cambiar de cadena sino ‘zappear’.
Por no hablarles del mundo laboral en el que la técnica de mercado ahora es
‘marketing’, los ejecutivos son ‘yuppies’ y el ‘boss’, otrora jefe, siempre
está ‘meetings’ o ‘brain storms’, cuando no haciendo ‘bussiness’, es decir
negocios, ayudado claro está por la ‘public-relations’.
Los ‘handicaps’ vivenciales, como inconvenientes de la vida que son, los
superamos no haciendo un rato de gimnasia en el gimnasio, no. Vamos al ‘gym’
para hacer ‘aerobic’ o sesiones de ‘gym-jazz’, ya ve usted.
Aunque también se puede ir a un ‘pub’ para tomar un ‘bitter’ o acercarse a
un ‘stand’ y comprarse un ‘compact’ de música con ‘feeling’, para oírla con su
‘walkman’ mientras hace ‘footing’. Porque ya no se estilan ni bar, ni lugar de
venta, ni disco, ni sentimiento, ni
auriculares y, por supuesto, no salimos a correr ("correr es de cobarde,
mister"; Rogelio dixit).
En casa, mientras me preparo para ir a un ‘cocktail’ -no confundir con el
trasnochado aperitivo- puedo mirar los ‘e-mails’ en mi ‘PC’ y después de
afeitarme, utilizar mi ‘after shave’, mucho más refrescante que el tónico
facial de siempre, dónde va a parar.
Ni que decir tiene que en los cajones de mi cómoda no hay calzoncillos sino
‘boxer’ o ‘slips’ y que mis hijos no tuvieron niñeras sino ‘baby-sisters’. Los
de una amiga, futura condesa ella, por supuesto que no tenían baby-sisters, las
suyas eran ‘nannies’.
Tras salir de casa por el ‘hall’, ¿qué fue del vestíbulo?, y camino de mi
cita, me aseguro que llevo ‘kleenex’ y no me preocupo de dónde voy a aparcar el
coche, porque donde voy tiene ‘parking’, aunque tendré que pagar ‘ticket’.
Ya en la recepción saludo a varios conocidos que se consideran de la ‘jet’
sevillana y, por ende, unos ‘VIPS’. Lo cierto es que sólo unos pocos lo son, el
resto lo pretenden, aparentando. Los conozco.
Y lo que comemos es lo que toda la vida se ha llamado una comida fría,
aunque ahora la llamemos ‘lunch’. No falta por supuesto el ‘roast beef’ que,
aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne mechada, no crea.
He acabado este artículo a mediodía de manera que, después de comer, me
podré echar una siesta, perdón, una ‘napping’ o un ‘¿siesting?’ Pérfida Albión.
O sea.
PD: Ni que decir tiene, el lector atento y avisado se habrá percatado, algunos
de los neologismos empleados ya no están vigentes, bien porque han sido
sustituidos por otros, bien porque la tecnología a la que hacen referencia haya
evolucionado.
Ya saben por la zarzuelera letra que “las ciencias adelantan que es una
barbaridad”.
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