Leyenda de Artabán (y 3)

¿Qué hubiera hecho usted? Porque Artabán de una sola tacada hizo lo que ya sabe, perdiendo no sólo la piedra preciosa con la que iba a obsequiar al Niño, sino la libertad.

Y con ella muchas de las posibilidades de llegar a verlo algún día.

Sin el trozo de jaspe

Y ahora sin el trozo de jaspe de Chipre. Esa especie de amuleto que cuentan estimula el don de la oratoria. Justo el mismo día en el que crucifican a Jesús y muere. Un día pongamos como el de hoy y en el que también muere él.

Porque justo cuando la muchacha le besa en señal de gratitud la tierra se pone a temblar, dicen que el velo del templo se rasgó y que los sepulcros se abrieron en los cementerios.

Mientras, en la plaza donde está Artabán una piedra golpea con dureza su cabeza, dejándolo moribundo. Y con sus últimas fuerzas el cuarto rey implora perdón a su Dios. Lo hace por no haber podido cumplir la misión de adorar al Mesías.

Es entonces cuando, instantes antes de morir, vislumbra la figura de un hombre llagado y resplandeciente. Un joven que probablemente tenga la misma edad que él tenía cuando emprendió el viaje y que le dice:

“Tuve hambre y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve desnudo y me vestiste. Estuve enfermo y me curaste. Me hicieron prisionero y me liberaste”.

Artabán con los últimos hálitos de vida sólo acertó a preguntarle:

"¿Cuándo hice yo esas cosas?”.

Y como en un susurro alcanzó a oír:

“Todo lo que hiciste por los demás, lo hiciste por mí”.

Así murió Artabán, el cuarto Rey Mago. En los brazos del Niño hecho ya hombre, al que sí pudo ver. Un niño-hombre al que no pudo entregar ni una sola de sus ofrendas.

O eso dice la leyenda. Que no es cierta por supuesto, pero qué importancia tiene ese detalle.

Notas breves sobre el jaspe

Desde el punto de vista químico el jaspe es una variedad de cuarzo, un óxido de silicio (SiO₂) que se presenta en cristales hexagonales. Y desde el campo de la mineralogía resaltarles que tiene procedencia volcánica.

Se trata de una roca sedimentaria que contiene notables proporciones de carbonatos como la calcita y los componentes de las arcillas: minerales arcillosos, cuarzo y feldespatos.

De los tiempos colegiales es probable que recuerden que el cuarzo junto con el feldespato y la mica es uno de los tres constituyentes del granito.

Con diferentes colores, el jaspe se utiliza básicamente en decoración y joyería, donde ha sido apreciado desde la antigüedad por su gran variedad de colores y detalles como vetas, círculos, etcétera, y por la geometría de sus diseños.

De esta piedra se habla en los escritos de Alejandro Magno, Plinio el Viejo y existen no pocas referencias junto con otras piedras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

También los alquimistas medievales lo citan e incluso el poeta Dante Alighieri lo menciona en la Divina Comedia.