... como usted hace en diferentes entradas, relacionadas con la Misión Rosetta y el posado de la sonda Philae sobre su superficie?
En esencia es lo que me venía a decir por correo electrónico, un preparado (es Doctor en Ingeniería), inteligente (así me lo hace ver el desarrollo de su argumentación) y educado (basta con leer el correo) seguidor del blog.
Y ni que decirles tengo, que no estaba en absoluto conforme con el uso que yo les daba al verbo “acometizar” y al nombre común “acometizaje”. Por mi parte, y en honor a la verdad, he de decir desde ya, que no está falto de razón, pero...
Siempre hay un pero en este cesto de frutas que es el conocimiento humano.
Nunca faltará uno, no puede ser de otra forma, dado que el saber del hombre no para de crecer. Y para expresarlo necesita de un nuevo lenguaje, compuesto de nuevas palabras plenas de significados inequívocos.
Lo cierto es que, el asunto éste de crear nuevos términos para nuevos campos de conocimientos como es la astronáutica, viene de atrás, de bastante atrás. En concreto de los tiempos de las primeras visitas, humanas o no, a nuestro satélite Luna o al vecino planeta Marte.
De “alunizar” y “alunizaje”, “amartizar” y “amartizaje”
En un principio, y en el uso común de los términos, surgieron estos verbos y nombres comunes para referirse a la acción de posarse sobre las superficies respectivas. Una costumbre que, aunque razonable, no fue bien aceptada en los medios académicos. Y razón no les faltaba.Si bien se trataban de palabras bien formadas en español, su uso era desaconsejado pues, aterrizar y aterrizaje ya hacían referencia a esa acción.
Tirando de DRAE: “dicho de un avión o de un artefacto volador cualquiera: posarse tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin”.
Obsérvese que en la anterior definición la palabra tierra aparece en minúscula, como nombre común equivalente a “superficie” a “suelo”, y no en mayúscula, como nombre propio del planeta, Tierra.
Luego aterrizar y aterrizaje no aluden al hecho de posarse en el planeta Tierra, sino a hacerlo sobre la tierra, cualquier pista o superficie, incluidas las de los portaaviones.
¿Se da cuenta de la raíz del problema?
Estamos en presencia de un caso de polisemia. De palabras o signos lingüísticos de igual escritura pero que tienen diferentes acepciones. De modo que con un solo significante, podemos estar refiriéndonos a más de un significado. Ejemplos no faltan.
Ejemplos de palabras polisémicas
Desde Génesis entendido como libro de la Biblia, y génesis, sinónimo de origen. Hasta sierra, con la que nos podemos referir a una herramienta para cortar madera u otros objetos duros, que generalmente consiste en una hoja de acero dentada sujeta a una empuñadura; a una parte de una cordillera o, bien, a un tipo de pescado.
Pasando naturalmente por tierra (polvo, humus, suelo) y Tierra (planeta).
Un caso éste último de nuestra lengua, que no tiene equivalente en la lengua inglesa. No existe porque ellos se refieren al suelo como land y al planeta como Earth, y emplean landing para referirse a la acción de posarse.
Es decir, que está claro cuál es el significado de aterrizar en la pérfida Albión y de dónde procede el término.
De ahí que hace un tiempo, y en referencia a la llegada a Marte del robot de exploración Curiosity, y ante las frases de algunos medios de comunicación, como: “Las dimensiones y el peso del Curiosity no permiten que el amartizaje se lleve a cabo con las mismas técnicas...” o “El Curiosity amartizará el 6 de agosto”.
Algunas instituciones manifestaran que lo adecuado, habría sido decir: “Las dimensiones y el peso del Curiosity no permiten que el aterrizaje se lleve a cabo con las mismas técnicas...” o “El Curiosity aterrizará el 6 de agosto”. (Continuará)
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