Sobre la misión espacial Cassini-Huygens

Se trata de un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea ESA y la ASI. Una misión espacial no tripulada lanzada con el objetivo de estudiar el planeta Saturno y sus satélites.

Y el vehículo que la hace posible es una nave espacial que consta de dos componentes: la nave Cassini y la sonda Huygens.

Su lanzamiento tuvo lugar en octubre de 1997, entrando en órbita saturnina en julio de 2004.

A finales de 2004 la sonda se separaba de la nave y alcanzaba a Titán, la mayor luna de Saturno, para descender sobre su superficie y, en enero de 2005, recoger información científica.

Sólo a efectos estadísticos apuntar que se trata de la primera nave que orbita Saturno y el cuarto artefacto espacial humano que lo visita. En la actualidad, aún se encuentra operativa.

Buena prueba de ello es el asunto que nos trae sobre la luna Encélado. Y sabemos de ella por la prestigiosa revista Science.

Encélado en Science

A primeros de abril, varios científicos anunciaban en la revista Science lo que les comentaba ayer. Mares ocultos de agua líquida en este satélite, podrían ser aptos para la vida tal como la entendemos.

En el estudio -llevado a cabo por expertos de la Universidad Sapienza de Roma, el Instituto de Tecnología de California y el Jet Propulsion Laboratory, de la NASA-, se afirma que dichos sistemas líquidos subterráneos constituyen un hábitat ideal para el desarrollo de microorganismos extraterrestres.

Unos océanos en contacto con la superficie rocosa de Encélado, cuyas existencias han sido confirmadas por tres sobrevuelos de la sonda Cassini, y que le colocan, por derecho propio, en el selecto club de lunas de Saturno (Titán) o de Júpiter (Europa) con agua en estado líquido bajo su superficie.

Un hallazgo que lo convierte en uno de los mundos cercanos, con mejores condiciones para estudiar si es posible la vida en otros planetas. Quizás en el mejor candidato.

Para los estudiosos la razón es palmaria. Encélado es una especie de bola de fuego que se está enfriando y empezando a adquirir características similares a las de nuestro planeta.

Es ya, como quien dice, “zona habitable” a la que la existencia de agua salada y las moléculas orgánicas que ésta contiene, ingredientes fundamentales y básicos para la vida, abren nuevos e insospechados horizontes.

Por cierto no se lo he dicho aún, el nombre de la misión obedece al humano deseo de rendir homenaje a dos grandes de la ciencia.

Uno. El astrónomo, geodesta e ingeniero francés de origen italiano Giovanni Cassini (1625-1712), contemporáneo del físico inglés Isaac Newton (1642-1727), y a quien con sus numerosas observaciones del sistema solar ayudó a consolidar su teoría de la gravitación universal.

Otro. El también astrónomo, físico y matemático neerlandés Christiaan Huygens (1629-1695), éste rival de Newton, con el que mantuvo frecuentes y diversas discusiones científicas.

Tanto sobre la naturaleza corpuscular de la luz como sobre la misma ley de la gravitación universal.

A título de cotilleo comentarle que Huygens nunca se casó ni tuvo descendencia. Como Newton. Y lo dejo ahí.

Sin embargo sí les diré que William Herschel, descubridor de Encélado, llegó a decir de sí mismo que había observado más lejos en el espacio, que ningún otro ser humano hasta ese momento.

Lo que podría ser, pero se le olvidó mencionar la imprescindible y valiosa colaboración de su hermana Carolina.

Una grave omisión, pues ella fue una Hacedora de las Ciencias.