Es un hecho sabido de todos que hay países en los que se circula por la derecha, sin embargo, no es tan sabido el por qué, dónde y cuándo tuvo lugar este cambio de sentido (¿o es de dirección?) de la marcha.
También en este caso, como en el de la izquierda, hay más de una razón para explicarlo. Les traigo un par de ellas.
Primera hipótesis para el otro sentido de marcha. Una decisión napoleónica
Para otros estudiosos de este asunto, la teoría acertada no tiene que ver ni con los carros romanos, ni con los caballeros feudales, ni con el papa Bonifacio VIII, ni con los cocheros de los carruajes de caballos. No.Para ellos, el motivo tiene su origen en una decisión que tomó el militar y gobernante francés Napoleón Bonaparte (1769-1821) en su conquista de la Europa continental, con la que cambió el sentido de la circulación. Hizo que todos -peatones, animales y carros- circularan por la derecha.
Lo que no tienen muy claro es la razón de ese cambio. Personalmente, he encontrado hasta tres. Una personal, otra religiosa y una última bélica.
La primera está asociada con el hecho de que, como era zurdo, le resultaba más fácil montar por la derecha del animal y le interesaba mantener el brazo izquierdo entre él y sus oponentes.
Dos condicionantes que lograba, haciendo circular a todo el mundo por el lado derecho.
La segunda, sencillamente, para llevar la contraria al dudoso edicto del papa Bonifacio VIII. Así que más que religiosa era antirreligiosa.
Y la tercera porque, en realidad, era una nueva táctica militar con la que sorprender al enemigo en el campo de batalla.
Sea la razón que fuere, el caso es que cambió el sentido de la marcha en todo su imperio, salvo en Inglaterra y los países que pertenecían al Imperio Británico, que no pudo conquistar.
Segunda hipótesis para el otro sentido de marcha. El carro Conestoga
Esta segunda hipótesis explicativa tiene que ver con la aceptación que tuvo un tipo de carro en, los entonces casi neonatos, Estados Unidos, allá por el siglo XVIII. Les cuento la historia, su cuándo, su quién, su dónde y su porqué. Empieza hacia 1750, cuando unos pioneros alemanes introdujeron un nuevo carro de caballos en Pensilvania: el conocido como Conestoga.
Un carromato que tenía la peculiaridad de no ser conducido montado en él, sino que el conductor se montaba en uno de los caballos que, naturalmente, era de los del lado izquierdo y el más cercano al carro. Recuerden la mayoría de diestros.
Desde esta posición es fácil comprender que la forma más eficaz de controlar, visualmente, la carretera es circulando por la derecha de la misma.
A partir de aquí el resto es historia. Este carro tuvo tanto éxito en Pensilvania, que se terminó oficializando la conducción por la derecha en este estado y, con el tiempo, se extendió a todos los Estados Unidos.
Eso ya, independiente de que se condujera desde un caballo o desde el lado izquierdo del asiento del cochero o pescante. La conducción por la derecha era un hecho a finales del siglo XVIII.
Y de Estados Unidos al resto (casi) del mundo
Podría ser, nos movemos dentro del terreno de lo especulativo, que este carro y su conducción por la derecha, fuera también muy conocido y popular en Francia y eso favoreciera la imposición, por parte de Napoleón, de circular por la derecha en el continente europeo. Una tradición que ha pasado de los coches de caballos a los de motor menos, naturalmente, en el Reino Unido. Allí ni que decir tiene que no gustó el Conestoga y que mantuvieron la tradición de los coches manejados desde el pescante, que circulaban por la izquierda.
Buenos son los hijos de la pérfida Albión para sus cosas. Ya saben cómo son y piensan. Para ellos, si hay tormenta en el canal, el continente se puede quedar aislado.
En fin, son hijos de la Gran Bretaña. Y cada cual es de donde es.
Y como la ciencia avanza que es una barbaridad, de los coches de caballo a los de motor.
1 comentario :
No le veo contenido científico como para que lo incluya en el blog
Publicar un comentario