Si bien la historia del automóvil -o vehículo autopropulsado por un motor propio y destinado al transporte de personas o mercancías sin necesidad de carriles-, empieza con los vehículos autopropulsados por vapor del siglo XVIII, no es hasta 1885, cuando se crea el primer vehículo automóvil por motor de combustión interna con gasolina.
Y en esos primeros vehículos de motor, los fabricantes colocaban el asiento del conductor en el centro del pescante, equidistante de ambos lados. Aunque con el tiempo, se produjeron cambios.
Mientras unos lo desplazaron a un lugar más cercano al centro de la carretera, con la clara intención de ayudar a los conductores a tener cuidado con el tráfico en sentido contrario. Otros lo desplazaron al otro lado, para que los conductores no dañaran el vehículo en muros, setos, alcantarillas y otros obstáculos.
Por lo que podemos ver hoy día, al final, prevaleció la primera idea. Con el conductor en el lado del centro de la calzada, independientemente del lado de ésta por la que se condujera.
Los que circulan por la izquierda tienen el asiento del conductor en el lado derecho y los que lo hacemos por la derecha, estamos sentados en el lado izquierdo del coche. Y ambos próximos al centro de la calzada.
El hecho de hacerlo en un lado u otro es más bien una cuestión de uniformidad viaria y conformidad conductora que, realmente, una consecuencia lógica de un beneficio natural o práctico. Ésa es la verdad.
Cada uno por su lado
La cuestión es que la costumbre de conducir por un lado, en los países, no cambió por el hecho de que cambiara el sistema de propulsión, de animal a mecánico. Los ligados al Imperio Británico siguieron conduciendo por la izquierda, y los demás por la derecha. Aunque hay algunas excepciones curiosas y en los dos sentidos.
Por ejemplo tenemos el caso del país del sol naciente, Japón, que nunca fue dominado por los británicos, y en el que desde siempre, por tradición, se condujo por la izquierda. Aunque hay muchas formas de dominación.
En este país esta norma circulatoria dejó de ser tradicional y se hizo oficial en 1872, cuando se construyó el primer ferrocarril con tecnología británica. Con posterioridad, en 1924, la circulación por la izquierda se convirtió en ley.
Lo dicho. Hay muchas formas de dominar.
O, seguimos con los ejemplos, el de varios países africanos como Gambia, Ghana, Nigeria y Sierra Leona, que sí fueron colonizados por los británicos, pero que con el tiempo cambiaron de izquierda a derecha.
Lo hicieron para así adaptarse al sentido que, mayoritariamente, tenían sus vecinos. En esta vida lo que más conviene es no desentonar.
Que es lo que ocurrió en Europa con Suecia. Donde se conducía por la izquierda hasta que en 1967, cambió a la derecha. El motivo no fue otro que el de la seguridad vial.
Resulta que muchas de sus carreteras fronterizas con Noruega y Finlandia -países ya donde se conducía por la derecha, en Finlandia desde 1858-, pasaban continuamente de un país a otro en su trazado. (Continuará)
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