martes, 19 de junio de 2012

Bellas y bestias (I)


A mediados del siglo pasado el filósofo, matemático y escritor británico Bertrand Russell, (1872-1970) escribió: “El que la ciencia pueda sobrevivir largamente depende de la psicología; es decir, depende de lo que los seres humanos deseen”.

Les traigo esta cita, que vincula ciencia y psicología en palabras del sabio, por guardar relación con la temática de la entrada que paso a contarles.

Dos equipos de investigación de las universidades chinas de Hong Kong y Hebei, liderados por Lei Chang, publicaron en el número del 23 de marzo de la revista Personality and Social Psychology Bulletin, un más que curioso trabajo de investigación evolutiva.

Verán porqué les digo esto.

Investigación: Hipótesis 
Ellos piensan que en los humanos los atributos físicos, el armamento y toda la parafernalia militar tienen el mismo valor de seducción que la cornamenta, la corpulencia y el comportamiento exhibicionista tienen en los animales.

En ambos casos mandan el mismo mensaje sexual al sexo opuesto: “Aparéate conmigo” o “Puedo enfrentarme a los peligros para defenderte a ti y a los niños”.

Eso es lo que quieren transmitir los machos a las hembras. O los hombres a las mujeres, activando esa parte de nuestro cerebro primitivo que se mueve por impulsos.

Bien. Puede que tengan parte de razón. Una idea sorprendente, pero no nueva.

Al fin y al cabo no son pocos los hombres que muestran una actitud arrogante y bravucona, si se sienten observado por una mujer.

Pero es que no queda aquí la cosa, no. También contemplan que podría ser la causa de la atracción que las mujeres sienten por los hombres uniformados, y su preferencia por los guerreros en detrimento de los no combatientes, en el momento de buscar pareja reproductora.

Qué me dicen. A que está bien traído. Pues lo bueno es que también podría ser.

Lo único malo es que van más allá. Especulan que, al igual que ocurre con los chimpancés en sus ataques sexuales intergrupales, algunas guerras podrían haber estado impulsada por la oportunidad que ofrece a los machos de fecundar a las hembras, quieran éstas o no.

Pero bueno. Esto sí que no. Ya pasa de castaño oscuro. Afirmaciones de esta enjundia son de las que dejan a uno patidifuso.

Investigación: Experimento
Naturalmente, para validar semejantes afirmaciones en lo que sería su hipótesis de trabajo, han abordado una estrategia investigadora desde el terreno de la actual Psicología Cognitiva.

Una prometedora especialidad que junto con las Neurociencias, nos pueden ayudar a comprender nuestra mente y cerebro en un futuro no muy lejano. (Continuará)


1 comentario :

Una seguidora del blog dijo...

Me gustan mucho las citas que pone en el blog, ¿por qué no la edita todas juntas?