sábado, 23 de enero de 2010

Haití, 2010 [1]

No es infrecuente que la actualidad imponga el contenido con el que llenar este negro sobre blanco internáutico que es enroquedeciencia.

Así ocurrió hace unas semanas con el seísmo que notamos en Sevilla, a mediados de diciembre pasado, y sin mayores adversidades humanas gracias a Dios.

Como bien saben, por desgracia, otro terremoto vuelve a ser noticia. Y en esta ocasión lo hace trayendo mucha desdicha y dolor. Mucho desastre y muerte. Les supongo al tanto por lo que no les voy abrumar con más información.


Lo que sí haré, por si están interesados, es informarles sobre algunos datos técnicos y teóricos de los fenómenos sismológicos. Una especie de complemento de los ya dados en la entrada anterior.

Algunos datos técnicos
Ocurrió el pasado martes 14 de enero y sacudió lo que en otro tiempo fue una de las perlas del Caribe, Haití.

Tuvo una magnitud de grado 7 en la escala de Richter, una escala de magnitud local, estando localizado su epicentro a tan solo 15 km de la capital, Puerto Príncipe.

De su origen, decirles que es de sobra conocido. El omnipresente rozamiento de placas tectónicas.

Se trata de una zona del planeta en la que abundan la unión de estas placas. En este caso la norteamericana y la del Caribe.

Como saben su efecto, a todos los niveles, ha sido devastador. Desde el punto de vista físico les pongo dos ejemplos estimativos. El primero que equivaldría a la explosión de unos 200 000 kg de dinamita, el explosivo descubierto por Alfred Nobel en 1866.

Y de segundo les diré que, comparativamente, vendría a ser como 35 veces más potente que la bomba nuclear que se arrojó sobre Hirosima en 1945, y de la que ya hemos hablado en enroque de ciencia.

Un auténtico horror, y vuelvo a los terremotos, quizás no explicado científicamente de forma satisfactoria sólo con el valor de su magnitud o grado. Veamos.

Si bien cada terremoto viene caracterizado por un valor único de magnitud, definido en la escala de Richter, lo cierto es que los efectos que produce, su catalogación como destructivo o no, depende de otros factores que en la anterior entrada no contemplamos.

De entrada quizás convendría aclarar que los terremotos, en sí mismos, no son ni destructivos ni no destructivos.

Éste es un calificativo aplicado por los seres humanos y relacionados con el perjuicio que nos haya causado. Ya saben de la vieja máxima del hombre como medida de todo.

Otros considerandos teóricos
Pues bien, realizada esta precisión sobre el carácter destructivo de un seísmo, debemos saber que además de su magnitud (1) hemos de tener en cuenta los siguientes factores:

(2) profundidad del foco o hipocentro,
(3) localización del epicentro,
(4) distancia a éste de la población más próxima que pueda ser afectada. (Continuará).

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