domingo, 3 de enero de 2010

Einstein en la vidriera de una catedral

En ese viejo, nada fácil y, probablemente, inalcanzable sueño del hombre por unir Ciencia y Religión, se ve que algunos de ellos, a fuerza de no conseguirlo, procuran al menos intentar dormir una siesta.

O si acaso dar una cabezadita.

Por eso en ciertas ocasiones incluso la misma Iglesia no ha dudado en introducir en sus templos, y en lugar destacado, a algún que otro científico.

No todos van a ser tratados como Galileo Galilei o Miguel Servet.

Recuerden la entrada de hace un par semanas, en la que hablamos de Stendhal y la falsa tumba de Galileo en la Iglesia de la Santa Cruz de Florencia.

Pues bien a lo que iba. Una de estas ocasiones en la que se unen iglesia y ciencia, es la que intitula la entrada. Existe una catedral que homenajea, en una de sus vidrieras, nada menos que a Albert Einstein.

Grace Cathedral de San Francisco
En concreto la Grace Cathedral de San Francisco, en una de sus naves laterales dentro del claustro de 12 vidrieras dedicadas al esfuerzo humano, tiene una de 5 metros de alto, dedicada a la Ciencia.

Fue instalada en 1964 y en ella se representa al físico germano-estadounidense Albert Einstein, en lo que es toda una alegoría científica.

Se le ve sobre su famosa fórmula, E = m · c2, y rodeado de orbitales atómicos.

De forma más sutil también está representada la trayectoria de un cohete sobre la cabeza del físico. Juntos vienen a simbolizar el impacto de sus teorías en la astronomía.

También hay unas espirales en rojo en la parte central, que representan las transformaciones de Lorentz, basadas en la geometría del espacio-tiempo de sus teorías.

Y a sus pies un átomo de helio, que simboliza sus aportaciones a la física nuclear.

Es un ejemplo a destacar esta vidriera dedicada a Einstein, pero no el único.

Iglesia Universalista Unitaria de Las Cruces
Leo que en la Iglesia Universalista Unitaria de Las Cruces, Nuevo México, hay otra vidriera consagrada a la ciencia. Con ella se hace un homenaje, en esta ocasión, al astrónomo Clyde Tombaugh (1906-1997), descubridor de Plutón, y que aparece puliendo una de las lentes de su telescopio.

También se puede ver a un grupo de muchachos que ven partir un cohete hacia el espacio. En fin una nueva alegoría científica. Lo que ayuda para la buena marcha de Ciencia y Religión.

En otro orden de asuntos es de esperar que la vidriera, con el paso de los años, tenga mejor suerte que la que tuvo Plutón como planeta. Ya saben que hace unos años perdió la categoría de planeta. Al menos mayor.

Demasiado pequeño y hay tantos ya, que se impone reducir su número. Es una ley imperativa cósmica: la de la economía en el universo.

Sabemos que Plutón fue descubierto por Tombaugh en 1930 cuando, trabajando en el Observatorio Lowell en Flagstaff, Arizona, realizaba una búsqueda sistemática de cuerpos más allá de la órbita de Neptuno.

El por entonces confín de nuestro sistema solar.

El planeta X



Iba a la búsqueda del misterioso Planeta X. Un hipotético cuerpo celeste capaz de explicar, por sus interacciones gravitatorias con Neptuno, algunos detalles anómalos de las órbitas de éste y de Urano.

Su existencia había sido predicha por Percival Lowell y William Pickering, que se habían basado en la LGU de Isaac Newton para su predicción.

Pero lo que Tombaugh encontró, barriendo el cielo con su microscopio de parpadeo, fue otra cosa diferente a la esperada. Al esquivo e insospechado Plutón.

Se le llamó así en honor del dios romano del mundo de los muertos. Un dios capaz de volverse invisible, como Plutón lo había sido hasta entonces para el hombre.

Dicen que su nombre fue elegido entre otros de una lista, porque sus dos primeras letras P y L son las iniciales de Percival Lowell.

No sé. Me suena algo chusco. Por supuesto que en cuanto me informe se lo cuento.

Pero no es tampoco ésta la única vidriera religiosa dedicada al mundo de la ciencia. Hay otros casos.

Otros casos
A punto de acabar esta entrada me llega información de otros reconocimientos a la ciencia en diferentes iglesias. Por si me pueden ayudar son:

a) Unas vidrieras que se encuentran en la catedral de Heidelberg (Alemania), también dedicadas a temas científicos y que contienen la famosa ecuación de Einstein.

b) Una placa conmemorativa dedicada al físico Paul Dirac con su ecuación y que se encuentra en la abadía de Westminster.

Espero sus enrocadas respuestas.

1 comentario :

Antonio Espinel dijo...

Es muy curiosa esta entrada.
Buscaré las que dice que hay