miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Se ha producido alguna colisión con la basura espacial?


Por supuesto que sí. La Unión Soviética piensa que la desaparición en 1981 de su satélite Cosmos 1275, fue el resultado de un impacto con basura espacial.

Pero el primer caso del que se tiene constancia fehaciente no se produjo hasta julio de 1996, cuando un satélite espía francés fue golpeado por un trozo de metal que se desplazaba a 50 000 km/h.

El satélite era el Cerise, de unos 50 kg, que había sido lanzado el año anterior para realizar escuchas de las comunicaciones electrónicas de los Gobiernos extranjeros. O sea un satélite espía.

El cuerpo que le golpeó, del tamaño de un paquete de cereales, fue un trozo de un impulsor auxiliar del Ariane que había sido lanzado en 1986. No obstante, a pesar de los desperfectos, el Cerise prosiguió su misión.

Conocida es también la colisión que se produjo entre satélites en 2009. La primera gran colisión entre satélites artificiales orbitando la Tierra.

Tuvo lugar el 10 de febrero, a las 16:56 UT y a 776 km sobre la Península de Taimyr (Siberia). En ella quedaron destruidos los satélites Iridium 33 y Cosmos 2251.

Hasta la fecha, los estadounidenses no creen que se haya perdido ninguna nave a causa de la basura espacial. Aunque en más de una ocasión se han pasado momentos de apuro en la estación espacial.

La primera maniobra reconocida de evitación de una colisión de la lanzadera espacial fue durante en septiembre de 1991. Hubo que realizar un encendido del sistema de control durante 7 segundos, para evitar un posible encuentro con restos del satélite Kosmos-955.

De otras maniobras de evasión espacial ya dimos cuenta en el blog.

La más reciente tuvo lugar en marzo de 2009, cuando los restos de un satélite desechado que, afortunadamente, pasaron de largo, provocaron la evacuación de la estación, teniendo los astronautas que refugiarse en la cápsula rusa Soyuz.

Con anterioridad, en junio de 2006, una pieza, identificada posteriormente como componente de un satélite militar estadounidense fuera de servicio, pasó a tan sólo dos kilómetros de la estación.

La situación de alarma generada obligó a iniciar los preparativos para una evacuación de urgencia. Por suerte también, el acercamiento concluyó sin incidentes.

Los expertos reconocen que hacer frente a este problema es complicado y costoso, por lo que sería necesario que los investigadores idearan nuevos métodos para solucionar este nuevo problema derivado de la contaminación espacial.



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