[Esta entrada apareció publicada el 05 de enero de 2024, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
El nexo entre ambas, construcción humana y nuestro único satélite natural, surgió a modo de pregunta de entre el público en una de mis últimas charlas, “¿Es verdad que se ve la Gran Muralla china desde la Luna?”, y quien me lo preguntó puntualizaba que había leído al respecto respuestas contradictorias: mientras unas decían que sí, que en efecto se ve, otras en cambio afirmaban que no, que se trataba de una leyenda urbana, ¿cuál era la correcta? Pues verá lo que le contesté.
En primer lugar hemos de saber de la edificación que, por sus dimensiones, sigue siendo una construcción magnífica a pesar de que con el paso de los años haya reducido su longitud a “solo” unos 2400 km, y recalco lo de su longitud porque llegó a medir 6400 km, que son muchos y para los que se necesitaron nada menos que veinte siglos en construirlos, los transcurridos entre el siglo III a. C. y el XVII d. C. Hecha de ladrillos y piedras su desmantelamiento se inició, como suele ocurrir en estos casos, por sus tramos más lejanos, los menos vigilados y a mano de los propios campesinos y constructores chinos que las utilizaban como cantera para sus nuevas edificaciones, ‘nihil novum sub sole’.
Después la acción continuó, pero cambiaron los autores y fue el turismo, más de diez millones de visitas anuales las que se encargaron de desmontarla un poco más y poco a poco; es lo que tiene la cosa ésta del viajar y el coleccionismo, qué le vamos a hacer, una desconsideración social a la que poco parece importarle que la ONU la declarara en 1988 Patrimonio Mundial de la Humanidad, pero bueno, a lo que vamos. Con el paso del tiempo ocurrió lo inevitable y su magnificencia terminó dando pie a una curiosa y extendida fábula: curiosa, porque según este particular saber popular se trataba de la única construcción humana visible desde la Luna y, extendida, porque esta cuestión es probable que usted la haya visto en diferentes contextos, incluso, como pregunta del Trivial Pursuit, ¿sí? pues no les digo más salvo la verdad.
Que no es otra que la de que no es cierto: se trata de un bulo falso de toda falsedad, la Gran Muralla China no se ve desde la Luna. En realidad, desde allí y a simple vista, apenas se perciben los contornos de los continentes y poco más, pero lo más curioso del asunto es que, para saber esto, basta con ver las abundantes fotografías que existen. Solo tiene que hacer una simple visita a ese buscador que ya sabe y echarle una mirada o, si está por la labor, seguir la pista de las pruebas. (Continuará)
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