jueves, 2 de abril de 2015

Preguntas sobre la caja negra de un avión (4)


(Continuación) O lo que es lo mismo: ¿Por qué las llamaron así? ¿Desde cuándo existen? ¿Quién las inventó? De nuevo preguntas en busca de respuesta. El sino de la ciencia.

¿Por qué las llamaron caja negra?
En puridad les he de decir que este asunto no está claro. A mi entender, el origen y causa de su denominación oscila entre vértices de naturalezas bien diferenciados.

Uno es militar, y supone que su origen está asociado al hecho de que, en algunos prototipos de la RAF, la Real Fuerza Aérea inglesa (Royal Air Force), estas cajas eran en realidad cámaras oscuras con placas fotográficas.

Otro es de naturaleza crédula, y desvincula de este nexo técnico anterior el nombre de la caja, para relacionarlo con el día en que el juegan su triste papel de protagonista. Ése en el que se produce el accidente aéreo, y este hecho sombrío las hace necesarias.

A qué dudarlo, un día para la aviación envuelto en luto. Y sabido es que, para buena parte de la humanidad, el color negro está relacionado con la muerte o la catástrofe.

Estotro es científico. Vincula el origen de la expresión con el de un un concepto científico-técnico homónimo, de diferentes significados según la disciplina de la que se trate.

Por ejemplo en el mundo de la industria, y entre ingenieros y técnicos, esta expresión se solía utilizar para referirse a cualquier dispositivo o instrumento no necesario para el funcionamiento de un sistema. Recuerden, una de las leyendas erradas y asociadas a este elemento aeronáutico.

También en estos contextos, caja negra, alude a esos componentes de los sistemas en los que entra información pero, por lo general, no sale, a no ser que se le haga salir por la razón que sea. Que es lo que ocurre cuando se produce el accidente y debemos revisar su contenido, pues en ella está registrado todo lo que ocurrió en el avión.

Curiosamente, y en un principio, de las cajas sabemos que en ellas pasan cosas, pero desconocemos con detalle la razón de esos hechos. Un ejemplo paradigmático de esto que les digo, es su uso en psicología.

En esta disciplina se emplea esta expresión para referirse al cerebro humano lo que, estarán conmigo, está muy bien traído. Si se piensa, allí llegan impulsos nerviosos y salen pensamientos, pero ignoramos cómo se produce exactamente este proceso de conversión.

Es decir que desde fuera desconocemos el mecanismo por lo que, para nosotros, viene a comportarse como un habitáculo opaco, como una caja negra. Y la única forma de averiguarlo pasa por abrirla.

Una operación que en el caso del cerebro tiene cierta dificultad, no siendo la principal, precisamente, la de abrir el cráneo. Bueno pues más bien menos que más, es lo que sucede con la información albergada en la caja negra de un avión. Inaccesible hasta que no queda más remedio.

¿Quién las inventó?
Sobre este punto, y como ocurre con tantos otros inventos más o menos complejos, diremos que existe una paternidad compartida, de modo no hay un inventor único, en exclusividad.

Por la documentación existente sabemos que el primer prototipo de caja negra data de 1939 y que fue diseñado por el ingeniero francés Francois Hussenot (1912-1951).

Consistía en una rudimentaria caja oscura provista de un film fotográfico y calibrada con espejos. La de Hussenot es una de las primeras formas de grabadora de datos de vuelo que, sin embargo, no podía grabar audio.

De ahí que se considere como caja negra propiamente dicha, al constar de registrador de datos de vuelo y grabadora de voz de cabina, a la que diseñó el científico australiano David Warren (1925-2010).

En 1953, Warren, que por entonces trabajaba en lo que hoy es el Laboratorio de Investigación Aeronáutica del Departamento de Defensa australiano, recibió el encargo de investigar la causa de una serie de accidentes aéreos inexplicados.

En concreto los que sufrían los aviones comerciales Havilland Comet, y de los que se ignoraba la razón ya que no dejaban ninguna prueba para analizar.

Y en esas estaban, cuando a nuestro hombre se le ocurrió la idea añadir una grabadora de voz que registrara lo que sucediera en la cabina del avión. Así fue como se pudo llegar a saber de los errores de diseño, inherentes a estos modelos. Inexplicado no es sinónimo de inexplicable. (Continuará)




1 comentario :

Anónimo dijo...

Gracias por toda la dedicación que has puesto en las hasta ahora cuatro entradas que has publicado sobre este tema. Soberbias explicaciones, mi más sincera enhorabuena.