miércoles, 29 de abril de 2015

Diez y diez. Razones científicas


La ciencia en general y dos de ellas en particular: psicología y geometría.

Razones científicas: Psicología
Si bien por evidentes motivos de espacio y tiempo no entraremos a analizarlo aquí y ahora, han de saber que diversas investigaciones en psicología, permiten establecer ciertas reglas aplicables a los anuncios publicitarios.

Unos estudios científicos relacionados con la forma que tenemos los humanos de percibir una imagen y los efectos psicológicos que ésta nos produce. Y una de estas reglas es la de la simetría que, desde el punto de vista visual, resulta mucho más atractiva que la asimetría.


Es como si la primera nos aportara más sensación de equilibrio que la segunda, y esa sensación los humanos la agradecemos siempre. Entonces, si al decir del poeta, todo es cuestión de medida, ¿cuál es la distancia de separación máxima entre agujas, para alcanzar esa sensación?

Razones científicas: Geometría
Aquí es donde se incorpora la segunda de las ciencias, la geometría, que nos dice que al estar la esfera dividida en dos sectores -a un lado y otro de las agujas-, la solución visual más equilibrada es cuando uno de los sectores sea el doble de grande que el otro.

Se trata de una solución ligada con el número de oro o razón aúrea (de símbolo φ o Φ) y con el rectángulo que posee una proporcionalidad entre sus lados igual a esa razón. Me refiero claro, al rectángulo aúreo, y que dejaremos para otra ocasión.

Una división de la esfera del reloj les decía, que es fácil de realizar. Echando números, si tenemos que dividir la circunferencia (360º) en dos partes y una ha de ser doble que la otra, los cálculos nos arrojan los ángulos de 120º y 240º.

Es decir una distancia temporal máxima entre agujas (horaria o minutera) de cuatro horas (4 h) o de veinte minutos (20 min); en cualquiera de los casos de ciento veinte grados (120º) geométricos, si nos referimos al menor de los sectores.

Y de ocho horas (8 h) o cuarenta minutos (40 min), los geométricos doscientos cuarenta grados (240º), si los hacemos al mayor.

Recordar de los tiempos escolares que el ángulo comprendido entre la posición de una hora y la siguiente (1 h) o el paso de cinco minutos (5 min), es de treinta grados (30º). Un valor resultante de dividir los trescientos sesenta grados (360º) de una circunferencia entre las doce horas.

Equivalencia entre tiempo y ángulo:    1 h ≡ 5 min ≡ 30º

Unos cálculos geométricos que encajan con todos los anteriores, pero que no justifican por qué es esa hora la escogida. Para hacerlo debemos volver a los terrenos de la psicología.

Razones científicas: De nuevo Psicología
Por ella sabemos que “las dos menos diez” o “las cinco menos veinte”, son unas expresiones cuya escritura o lectura conllevan un valor negativo que, a nivel psicológico, no lo tienen “las diez y diez” o “las siete y veinte”. En su caso es una valoración positiva.

Y estarán conmigo que no es lo mismo sumar (“y”) que restar (“menos”). No, no lo es y parece razonable.

Sin embargo, tampoco anda falto de razón, el conocido anónimo que dice: “Hasta un reloj parado tiene razón dos veces al día”, sin especificar a qué hora está parado. O sea como el del anuncio. En esto supongo que también estarán conmigo.

Entonces, ¿por qué se eligió las diez y diez en vez de las ocho y veinte, siendo las dos expresiones positivas?

Y hablando de ser positivo, nada más negativo que no haber dicho ni pio, de la tercera aguja del reloj, la del segundero ¿Es que no cuenta?




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