(Continuación) No son pocos los
fenómenos científicos de interés que se estudian en la Antártida, y para los
que esta región se muestra como un escenario privilegiado. Sin ánimo de agotar
el tema les expongo algunos de estos fenómenos.
El
reconocimiento de los cambios de
temperatura y de producción de gases
de efecto invernadero experimentados en la atmósfera terrestre, a lo largo
de los últimos 800 000 años. Una constatación realizada gracias al estudio del hielo antártico y de las burbujas de aire que contiene.
O el
descubrimiento del otrora famoso y amenazante agujero de ozono.
También tenemos la
reconstrucción de la historia geológica
del planeta, a partir de lo que fue el supercontinente Gondwana. Y los estudios sobre biodiversidad
y adaptación de la vida a ambientes
extremos.
Sin olvidarnos
de la observación astronómica que se
realiza desde la meseta central. La influencia que el continente tiene en las corrientes marinas y en el nivel global del mar. O los
experimentos de captación de neutrinos
que se realizan en el Polo Sur.
Más variedad de
investigaciones es imposible, o casi.
No hay duda
alguna de que hay que apoyar cualquier iniciativa que consolide esta
cooperación internacional en la Antártida.
Una cooperación que da continuidad a esos esfuerzos colectivos en pos del desarrollo de la investigación científica y la conservación de uno de los lugares más extraordinarios de la Tierra.
Una cooperación que da continuidad a esos esfuerzos colectivos en pos del desarrollo de la investigación científica y la conservación de uno de los lugares más extraordinarios de la Tierra.
Un mundo
maravilloso.
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