Punto Nemo. Realidad y ficción [CR-244]

[Esta entrada apareció publicada el 27 de octubre de 2023, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

A raíz del anterior ‘Ciencia a la roteña’ un amable lector me pregunta si hay alguna relación entre el pez Dory y este Punto Nemo del titular de hoy, y aunque está muy ocurrentemente traído por el argumentario cinematográfico, recuerde el pez payaso Nemo, lamento decirle que no tiene nada que ver y se lo explico. Con dicha expresión se hace referencia, geográficamente hablando, al lugar del océano más alejado de cualquier tierra firme, que se encuentra al sur del océano Pacífico, aproximadamente a 2688 km de la Antártida y de varias pequeñas islas oceánicas, y oficialmente es denominado polo de inaccesibilidad del Pacífico.

Pero dado que su pronunciación se parece más a un trabalenguas que a otra cosa, se decidió apodarlo como Punto Nemo en honor al famoso antihéroe marino del escritor francés Julio Verne, protagonista de su mítica novela ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, el capitán Nemo (nemo, en latín, significa “nadie”), un misterioso y solitario personaje por lo que la elección parece de lo más apropiada dado que a dicho punto del océano no llega prácticamente nadie y casi nada. Del mismo le resumo algunas curiosidades. Como tal punto de inaccesibilidad fue oficialmente señalado en 1992 por el ingeniero croata-canadiense Hrvoje Lukatela, quien determinó sus coordenadas (48° 52.6′ S; 123° 23.6′ O) utilizando un programa de computación que incorporaba una forma terráquea elipsoide para una mayor precisión.

Situado en medio del Pacifico y alejado de las rutas de navegación principal resulta que, con frecuencia y curiosamente, son los astronautas de la Estación Espacial Internacional los seres humanos más cercanos a él, al orbitar el planeta a unos cuatrocientos kilómetros de altura, allá en el espacio. Por sus extremas condiciones geográficas (corrientes, temperatura, vientos) no se ha encontrado constancia de vida en este lugar al no darse las condiciones necesarias para que prospere la biodiversidad; probablemente se trate de la región menos biológicamente activa del océano y de ahí que la NASA lo considere un buen ‘cementerio’ de objetos espaciales como naves, satélites, telescopios o estaciones (la MIR está allí) obsoletas.

Desde el campo de la ficción hay una magnífica coincidencia literaria con este lugar, relacionada con la creencia que siempre ha tenido el hombre de que existen seres extraordinarios viviendo en alta mar. Nos viene sesenta y seis años antes y de la mano del autor estadounidense H. P. Lovecraft y su novela La llamada de Cthulhu (1926), al ubicar R'lyeh -hogar de su legendaria criatura de rostro con tentáculos Cthulhu, un “primigenio” de las entidades cósmicas-, en estas coordenadas (47° 09′ S; 126° 43′ O). Compare, buena ficción. ‘El lugar lógico para encontrar una voz de otros tiempos, es un cementerio de otros tiempos’. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

ÍNDICE