Es fácil, muy fácil, encontrar información sobre Walter Lewin (1936), astrofísico y exprofesor emérito de física del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Así que no voy a iterarla.
Está todo escrito y bien, sobre: su biografía y vida personal; educación y carrera universitaria; premios recibidos y descubrimientos realizados; artículos y libros publicados; etcétera.
No, no lo haré. Lo que sí voy a hacer es detenerme algo en sus clases de Física en el MIT, para algunos las más divertidas del mundo. Y razón no les falta. No en vano el profesor era capaz de subirse a un gigantesco péndulo o darse impulso con un extintor.
Sí. Todo le parecía poco para demostrar las leyes de la Física.
Física en directo y en diferido
Y todo eso lo hacía en clase, como lo lee. Muchas de las cuales se han difundido por TV en la cadena UWTV de Seattle, durante más de seis (6) años y alcanzando audiencias de más de cuatro millones (4 000 000) de personas. Que se dice pronto, pero que hay que hacerlo. O como dicen, del dicho al hecho...
Al parecer él mismo, en persona, se encargaba de responder a los centones de e-mails que recibía cada año, de parte de los espectadores de la UWTV.
Sus programas de divulgación y difusión científica -puestos en antena durante quince (15) años, las veinticuatro horas (24 h) del día-, han ayudado a miles de estudiantes de primer año con sus deberes semanales.
Y sus cursos en video sobre Mecánica Newtoniana, Electricidad y Magnetismo, y Vibraciones y Ondas, pueden rastrearse por internet. Se estima que son millones de personas las que han visto sus clases magistrales en Youtube. O sea, que bien.
No obstante, en diciembre de 2014, el MIT le revoco el título de Profesor Emérito, después de un turbio asunto con un estudiante en el 2013. Pero la última de sus clases la dio en mayo de 2011
Última de Lewin
Entre otros se subió encima del famoso péndulo de cinco metros (5 m) de longitud que tiene sobre la tarima, y se empezó a columpiar de un lado a otro de la clase, ante la ojiplática audiencia. Después de diez (10) balanceos, el profesor se bajó del péndulo.
Las medidas del cronómetro demostraron de manera irrefutable que el péndulo tarda lo mismo en oscilar con o sin él encima, es decir que el periodo (T) de un péndulo simple no depende de su masa (m), T ≠ f(m)
Sobre el valor didascálico de clases y vídeos, me reservo la opinión. Estoy en la línea de que más que divertida la ciencia ha de ser interesante.
O como nos recuerda alguien, la frase más excitante que se puede oír en ciencia, la que anuncia nuevos descubrimientos, no es Eureka “¡Lo encontré!” sino “Es extraño...”.
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