Que es como ella solía referirse a sí misma, como científica poetisa y analista metafísica. Cosas de la época.
Pero de lo que no hay duda es que, desde sus primeros años, en su cerebro se desarrollaron paisajes diferentes a los de otros humanos. Unos en los que habría extensas praderas de cifras, arbustos cubiertos de fórmulas y estanques en los que nadaban algoritmos. Poesía en movimiento.
Adenda
Como es sabido la construcción de la ‘Máquina Analítica’, que nunca se llegó a realizar, no dejaba de exigir continuas e importantes cantidades de dinero.Una exigencia que sumió a la pareja en una oscura historia en la que se alternaron las apuestas en carreras de caballo (el método, supuestamente, permitía ganar en ellas), las visitas a prestamistas y unas omnipresentes y grandes deudas.
Con el resultado de que la amistad entre ambos se fue resintiendo, a la vez que la más que débil salud de Ada, se agravaba con el parto casi sucesivo de los tres niños.
Tanto que a partir de 1843 decayó de forma alarmante, y no pudo con un cáncer de útero que acabó con su vida, antes de que cumplir los treinta y siete (37) años. Muy joven, demasiado.
Bueno el cáncer y, probablemente, las complicaciones derivadas de las sangrías que le realizaron los médicos. Hablamos de mediados del siglo XIX. Y moría joven, casi con la misma edad de su famoso padre al que nunca llegó a conocer.
Pero nos ha quedado su legado y el reconocimiento que algunos le han brindado.
Legado y reconocimientos
Además del nombre Ada en el lenguaje de programación, creado en 1979 a partir del Pascal por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, además, desde 1998 existe una Medalla Lovelace (Lovelace Medal) que concede la British Computer Society. Y en el Reino Unido tiene lugar cada año, el BCS Women Lovelace Colloquium, una conferencia anual para universitarias. Y en 2008 comenzó una competición anual para mujeres estudiantes de informática que también lleva su nombre, Ada Lovelace.
Que también tiene su día propio en el calendario, en octubre.
Uno en el que se rinde homenaje a todas aquellas mujeres que han contribuido al desarrollo en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y han recibido escasos, cuando no nulos, reconocimientos por ello.
No está mal eso de elevar el perfil de las mujeres. No olvidemos que son la otra mitad de la humanidad.
Por último, hace unos años, con motivo del ciento noventa y siete (197) aniversario de su nacimiento, Google le dedicó su Google Doodle, donde la podemos ver trabajando en una fórmula entre imágenes que muestran la evolución de los ordenadores.
Y en poco más de cuatro (4) meses celebraremos su día, el Día de Ada Lovelace.
En fin, qué quieren que les diga. Ada Lovelace, una "pionera del ciberfeminismo". Una Hacedora de la Ciencia.
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