Higgs, Bosón, Barcelona (I)

Sí, es lo que parece. El titular de una noticia científica pergeñado a partir de un burdo remedo del de la película de Woody Allen. No sé por qué, pero me gusta.

Quizás porque, a mi modo de ver, en él se aglutinan las características de espacio y tiempo que rodean el asunto sobre el que les quiero escribir. Con el film es el único punto en común.

Y que ya se pueden imaginar no es otro que el de la reciente visita que el físico británico Peter Higgs (1929) realizó a Barcelona para hablar, cómo no, de su bosón. El bosón de Higgs.

Preliminares

No es poco lo que se ha escrito de esta partícula subatómica elemental y de su inventor desde que hace cuatro meses, el pasado 4 de julio, en el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), fuera observada, más o menos.

Es broma lo de más o menos. Como saben, el nuevo bosón hallado es compatible con la partícula de Higgs, en una probabilidad de acierto de más del 99,99%. Pero ya ven, no es el 100%.

Luego es muy, muy, probable que lo sea, pero no se puede afirmar de forma cierta. Es lo que hay, que no es poco. No vamos a entrar en detalles ahora, pero créanme cuando les digo que no es fácil detectar una partícula de las características físicas del bosón de Higgs.

Desde el 4 de julio, les decía, o desde que su existencia fuera formulada en forma de hipótesis científica por el físico, allá por los antañones años sesenta del siglo pasado. Para ser más concreto, 1964.

Una idea según la cual, la existencia de un nuevo bosón, venía a ser una consecuencia ineludible de su conocido mecanismo de ruptura espontánea de simetría.

Un concepto muy importante en física de partículas y un nuevo bosón que puede ser la pieza crucial que falta en el Modelo Estándar de la Física de partículas, para responder a una pregunta clave: ¿Por qué la materia tiene masa?

Casi cincuenta (50) años desde entonces. Sí, es mucho lo publicado. Mucho. Basta con pulsar una tecla, abrir una revista especializada u hojear un libro del campo físico, para darse cuenta de cuanto.

De ahí que no sean ellos -partícula, formulación teórica, descubrimiento y científico- las dianas de mis intenciones blogueras. Más bien me gustaría escribirles sobre algunas de las cosas que “el padre del bosón” dijo, en la charla del pasado martes 6 de noviembre.

La razón es obvia. A pesar de su edad, Higgs, sigue conservando la misma firmeza intelectual y claridad de ideas de entonces, y ambas siguen siendo envidiables. Más que envidiables, diría yo.

Por eso me he determinado a escribirles sobre lo que dijo. Pero primero les sitúo.

Como seguro saben, la vibrante conferencia tuvo lugar en el Museo de la Obra Social La Caixa, en Barcelona, ante un auditorio abarrotado de investigadores, estudiantes y seguidores de la ciencia.

Higgs y Barcelona

Aunque su agenda está más que comprometida en estos últimos meses, el catedrático de Física de la Universidad de Edimburgo, aceptó la invitación que de forma conjunta le hicieron La Obra Social La Caixa y el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) a la ciudad de Barcelona.

Es la segunda vez que nos visita, tras su estancia en Madrid de 1989.

Y con la invitación aceptada, el compromiso de dar una conferencia a la que puso por titulo ‘Inventando una partícula elemental’ y en la que explicó, o al menos lo intentó, la historia del bosón desde sus comienzos.

En una rueda de prensa también compartió algunas de sus reflexiones sobre su descubrimiento y la situación actual de la investigación científica.

Ellas son el leiv motiv de esta serie de entradas que hoy arranca y que nos muestran, junto al científico famoso y genial, el hombre sencillo, afable y humilde que es. (Continuará)