jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Hay algún Premio Nobel de Ciencias de origen mexicano? (y II)


(Continuación) Unas investigaciones que aparecieron publicadas en un artículo de 1974, en la prestigiosa revista científica Nature.

En él, Rowland y Molina, daban cuenta de los resultados de sus investigaciones y advertían de la creciente amenaza que, el uso de los gases CFC, suponía para la capa de ozono.

Un aviso que en aquel momento fue criticado y considerado, incluso, exagerado por un sector de investigadores.

Sin embargo, la verdad siempre termina por abrirse camino.

En 1994, el mexicano Molina, perteneció al comité asesor sobre asuntos de ciencia y tecnología del presidente estadounidense Bill Clinton. Y en el 2008 fue nombrado asesor del equipo del también presidente Barack Obama, para cuestiones del medio ambiente.

Y hasta aquí el nobel científico.

Otros premios nobel mexicanos
Anterior al de química, y sólo cinco años antes, el poeta, ensayista y diplomático mejicano Octavio Paz Lozano (1914-1998) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1990.

Considerado uno de los más grandes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos, su extensa obra abarcó géneros muy diversos.

Para que se hagan una idea, a él debemos frases como: “Un mundo nace cuando dos se besan”. O aquella otra: “Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados”.

Claro que también dijo: “Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda”.

En fin, un autor de muy diversos registros. Estaban avisados.

Y antes que con el de literatura, en ocho años, fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz en 1982 el diplomático mexicano Alfonso García Robles (1911-1991), conjuntamente con la también diplomática sueca Alva Reimer Myrdal (1902-1986).

Y para rematar este asunto, una cuestión gramatical.

¿Por qué se escribe México con equis y no con jota? 
Como suelo hacer en estos casos, ante preguntas de este calado, he tirado de diccionario. En concreto del panhispánico de dudas, en su primera edición (octubre 2005) de la Real Academia Española, RAE.

Y no hay dudas al respecto. Debe escribirse con equis. La grafía recomendada para este topónimo es México, con equis y ce; aunque su pronunciación correcta sea Méjico, con jota y ce.

También recomienda escribir con equis todos sus derivados: mexicano, mexicanismo, etc. Así como Texas con equis, aunque pronunciando Tejas con jota.

La aparente falta de correspondencia entre grafía y pronunciación se debe a que la letra equis, que aparece en la forma escrita de estos topónimos americanos, conserva el valor que tenía en épocas antiguas del idioma, en las que representaba el sonido que hoy corresponde a la letra jota.

Y poco más que añadir.


1 comentario :

Unos mexicanos en Sevilla dijo...

Muy interesante estas entradas sobre el científico Molina