El pasado miércoles 22 de diciembre de 2010, a las 0 h 38 min (hora oficial peninsular) entró el invierno en el hemisferio Norte, según el convenio astronómico.
Una estación que dio comienzo con la situación astronómica que conocemos como solsticio de invierno, que da también el pistoletazo de salida al inicio del verano en el hemisferio Sur.
No olvidemos que medio mundo está ahora en verano.
No olvidemos que medio mundo está ahora en verano.
Conviene también recordar que los solsticios, como los equinoccios, se corresponden con una posición relativa del Sol y la Tierra, y que duran sólo un instante de tiempo. Es decir que el cambio astronómico de estación se produce instantáneamente.
Así que no es una fecha. No dura un día entero, aunque acostumbremos a llamar equinoccio o solsticio al día en el que ocurre ese instante.
Un día que en este caso, es el más corto del año. Quiero decir que es el que tiene menos horas de luz, o la noche más larga del calendario. Como deseen.
En un principio podríamos pensar que es el día en el que el Sol sale más tarde y aquél en el que se pone más pronto. Pero no es así.
Razones astronómicas
Y no lo es por dos motivos. Uno, la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circunferencial sino elíptica y, dos, a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse.
Esta es también la razón por la que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un sol ficticio, estén desajustados.
Con más corto, y vuelvo a la duración del día, no quiero decir por tanto, seguro que me han entendido, que el día dure menos de 24 horas.
Esto es así porque, astronómicamente, el Sol en ese día alcanza el punto de mayor declinación sobre el Ecuador, o sea el Trópico de Capricornio. A partir de ahí los días comienzan ya a “crecer”.
Sin embargo ese efecto de crecimiento del día se realiza muy poco a poco, por lo que los humanos tardamos en percibirlo; de ahí el nombre del fenómeno: solsticio que en latín significa ‘sol quieto o estático’.
En lo que toca a la duración, ahora de la estación, les comentaré que el invierno viene siendo la más corta del año, desde hace algunos siglos. Ésta durará ochenta y ocho (88) días y veintitrés (23) horas.
Eclipse total lunar
Pero el solsticio de este año 2010 ha venido acompañado de otro sucedido astronómico. En el mismo día se produjo también un eclipse total de Luna.
Los eclipses lunares son fenómenos que tienen lugar cuando la Tierra, en su movimiento alrededor del Sol, se interpone entre éste y la Luna, proyectando sombra sobre ella y ocultándola.
Este fenómeno sólo puede ocurrir en la fase de Luna llena.
Este fenómeno sólo puede ocurrir en la fase de Luna llena.
El eclipse del otro día, amanecer del martes, duró alrededor de dos horas y se pudo observar en todo su esplendor, entre las 08,40 y las 09,54 (hora española).
Por desgracia debido al mal tiempo que tuvimos no lo pudimos apreciar directamente.
A pesar de ser un eclipse total, la Luna no llega a desaparecer por completo.
Esto es así porque los rayos del Sol, al refractarse en la atmósfera terrestre, logran llegar a la Luna e iluminar su superficie, que se nos muestra en tonalidades rojizas vista desde la Tierra.
Esto es así porque los rayos del Sol, al refractarse en la atmósfera terrestre, logran llegar a la Luna e iluminar su superficie, que se nos muestra en tonalidades rojizas vista desde la Tierra.
La coincidencia temporal de estos dos fenómenos, solsticio y eclipse, hizo que la del otro día fuera, no sólo la noche más larga sino también, la más oscura de los últimos 456 años.
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