Citius, altius, fortius.
Fue el lema de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
Se trata de una locución latina cuyo significado todos conocemos: "más rápido, más alto, más fuerte".
Lo pronunció por primera vez el barón Pierre de Coubertin en la inauguración de los primeros Juegos de la Edad Moderna.
Pero en realidad la frase no es suya. Fue ideada por un dominico amigo suyo, fray Henri Didon, y lo hizo para el frontispicio de su Colegio Alberto Magno de París.
Para las víctimas de la LOGSE señalar que, desde el punto de vista gramatical, está formada por el comparativo de los adjetivos citus, altus y fortis.
En fin.
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