jueves, 14 de marzo de 2013

Fumata negra, fumata blanca (I)


Todos sabemos del significado que tiene el color de ese humo, que en este Cónclave hemos visto salir hasta en cinco ocasiones por la chimenea que se monta, ex profeso, cerca de la cumbrera de la cobertura de la Capilla Sixtina.

Si es negro, señal de que ninguno de los cardenales candidatos ha obtenido la mayoría exigida -al menos dos tercios de los votos-, y hay que seguir votando. Si por el contrario es blanco, entonces hay elegido, la Iglesia Católica tiene nuevo Papa, Habemus Papam.

Pero no es de esto de lo que quiero hablarles hoy. Cumplida y buena información hay publicada. Mis intereses, como pueden comprender, son más de índole científica.


¿Cómo se consigue que el humo salga de un color u otro?
Tradicionalmente, se ha hecho quemando las papeletas de las votaciones, una vez escrutadas, en una vieja estufa de hierro fundido Fe (s).

Bien con paja húmeda para ahogar la combustión, de forma que ésta se produzca de forma incompleta. Y añadiendo, además, sustancias como el negro de humo o la brea, cuando lo que querían era obtener humo negro.

O bien, sencillamente, con paja seca y abundante aire, en realidad oxígeno, que favorecen una combustión completa, para obtener humo blanco. Sencillo.

Sin embargo, no siempre las cosas salen como debieran y están planeadas.

Y en ocasiones el humo ha salido gris. Ni blanco ni negro, gris. De modo que no había forma de saber, cómo había salido la votación, a partir de la señal gaseosa y cromática.

Sin ir más lejos, es lo que ocurrió en las elecciones del papa número 264, Juan Pablo II, en octubre de 1978 y del papa 265, Benedicto XVI, en abril de 2005.

En cualquier caso, para evitar estas dudas sobre su tonalidad, si es blanca la fumata, el Vaticano hace repicar también, y al mismo tiempo, las campanas de la Basílica de San Pedro. Una señal metálica y sonora inequívoca para el pueblo cristiano.

Breve apunte químico [1]. Combustión, combustión completa e incompleta
Una combustión es una reacción química de oxidación en la que existe una sustancia que arde, el combustible, y otra que produce la combustión, el comburente.

Los combustibles más frecuentes son materiales orgánicos que contienen carbono e hidrógeno en su composición, es decir, hidrocarburos. Y el comburente, por lo general, es el gas oxígeno O2 (g).

Desde este punto de vista, una combustión incompleta es una reacción química de oxidación, en la que parte del combustible no reacciona, porque el comburente aportado no es suficiente.

Entre los productos de reacción que se forman en estas condiciones de escasez de oxígeno, se encuentra en suspensión el hollín.

Partículas sólidas de tamaño muy pequeño, entre cien nanómetros (100 nm) y cinco micras (5μm), compuestas en su mayoría de carbono impuro pulverizado, y por lo general de colores oscuros más bien negruzcos.



Para que se hagan una idea, su aspecto es similar al de la ceniza, pero con un tono más negro. Y ya se imaginan que es el responsable de la denominada fumata negra.

Del mismo modo, una combustión completa es aquella reacción química de oxidación, en la que reacciona todo el combustible ya que existe el comburente suficiente.

En este caso los productos formados son vapor de agua H2O (g) y dióxido de carbono CO2 (g), que combinados producen un gas blanco, la anhelada fumata blanca.

Señal de que Habemus Papam.De que otro hombre se ha calzado las sandalias del pescador. Fumata nera, fumata bianca.

Breve apunte químico [2]. Negro de humo y brea
Del negro de humo o negro de hollín comentarles tan solo que es un pigmento compuesto básicamente de carbono C (s) y que se obtiene mediante la combustión incompleta, por suministro de aire muy restringido, de diferentes materiales como aceites, grasas, hulla, maderas resinosas, plantas, etcétera.

Es una sustancia conocida por el hombre desde la misma Prehistoria y artistas de todas las épocas lo han utilizado en forma de varitas de carbón o carboncillos. (Continuará)


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