jueves, 21 de julio de 2011

¿Por qué las bebidas carbónicas producen un agradable picor en la lengua? (y II)

(Continuación) En primer lugar descubrieron que en las ratas, el consumo de bebidas carbónicas causaba un aumento de la actividad de áreas concretas de la Trigeminal subnucleus caudalis.

Es una región del cerebro que reenvía señales de dolor desde la lengua y la boca a otras zonas del cerebro.

Después suministraron a las ratas Dorzolamida, otro inhibidor de la enzima que transforma el dióxido en ácido. Y se obtuvieron los resultados esperados.

El consumo de bebidas carbónicas no produjo ningún aumento en esa región del cerebro.

Ergo, el experimento confirmaba la hipótesis. Ya tenían una teoría correcta.

Una respuesta con la que ir más allá en la investigación. Ya saben cómo funciona la ciencia. Cada respuesta dada provoca al menos una manita (5) de preguntas más.

Y una de ellas fue, ¿para qué necesitan las ratas detectar el ácido carbónico?

¿Para qué necesitan las ratas detectar el ácido carbónico?
Una buena pregunta para la que no parece haber respuesta clara aún.

Se piensa que puede ser así para poder detectar aquellos alimentos que se encuentren fermentados y, por tanto, no deban ser comidos.

Un mecanismo selectivo de protección por tanto, para no ingerir alimentos en mal estado.

Sin embargo muchos de los alimentos que tomamos han sufrido un proceso de fermentación y resultan totalmente comestibles.

Estoy pensando en diferentes bebidas como el vino, la cerveza, el champán. Y alimentos como el yogur, las chacinas, etcétera.

No. Lo fermentado no siempre es sinónimo de malo. Y en éstas estamos. Por lo último que he leído, se sigue investigando. Les mantendré informados.

Y para ir acabando ¿Qué es lo que produce el gas de las bebidas carbónicas? ¿Dolor o placer?

Pues va ser que los dos. Verán.

Dolor y placer
Es un detalle que hemos pasado por alto. Pero para lo que sí tenemos respuesta.

Los últimos experimentos, realizados en el 2009 por el profesor Emily Liman de la Universidad del Sur de California, ponen de manifiesto que, en realidad, la reacción química del dióxido de carbono provoca las dos sensaciones distintas: la de acidez (agradable) y la de picor (dolorosa).

De hecho es el mismo tipo de células el que detecta ambas sensaciones. Unas células que están asociadas a un gen conocido como TRPA1 y que sirven como sensores del dolor en general.

Así que ya lo sabemos. Es una sensación dual ya que son las mismas células las que nos avisan cuando bebemos una bebida carbónica o acompañamos nuestra comida con mostaza o rábanos.


1 comentario :

Anónimo dijo...

despues de leerle cada vez me gustan mas las bebidas con gas