(Continuación) Hace unos días nos desayunábamos con la noticia.
La Organización Mundial de la Salud, OMS,se descolgaba con un nuevo informe que relaciona el uso del móvil con el riesgo de padecer cáncer.
Un estudio que ha desatado la polémica en el mundo científico y la alarma en la población. Natural.
En principio se trata de un informe cuya existencia y conocimiento por parte de todos está bien.
De un lado es indudable que la OMS tiene la obligación de investigar sobre las enfermedades. Y de otro no debemos olvidar que son miles de millones las personas que utilizan el móvil a diario.
Se estima que desde su introducción en el mercado allá por los años 80, el uso de los móviles ha crecido de forma exponencial. En la actualidad hay cerca de cinco mil millones (5 000 000 000) de aparatos en funcionamiento.
O sea que es bueno que se haya publicado dicha investigación.
Una lectura rápida
Leído a vuela pluma el estudio, que apareció publicado en la revista “The Lancet”, parece concluir que el uso de teléfonos móviles puede estar relacionado con un aumento del riesgo de sufrir cáncer cerebral.
Lo que suena a grave. Precaución por tanto.
De hecho la OMS aconseja reducir la exposición a estos dispositivos.
El estudio se ha realizado sobre usuarios habituales. Personas que, durante diez años, han utilizado el móvil una media de treinta (30) minutos al día. O sea muchos de nosotros.
Pues bien, en este perfil de usuario, el análisis de los datos recogidos muestra un aumento del 40% en el riesgo de gliomas. Si esto es así, más que precaución lo que hay que tener es caución.
Sin embargo, ya les he advertido en más de una ocasión, las cosas de cerca no son como parecen de lejos.
Una lectura no tan rápida
Una lectura detenida de este informe, realizado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), nos descubre su auténtica gravedad. Y lo hace, sorprendentemente, para reducirla.
De hecho sitúa a los móviles en la misma categoría de riesgo de cáncer que provocan el plomo, el café o el polvo de talco. Es decir el de productos de uso cotidiano. En el mismo.
Pero, ¿es que es cancerígeno tomar café? ¿Y también lo es ponerse polvo de talco? Si es así, ¿por qué no lo prohíben también? No lo entiendo.
No entiendo qué sin sentido de peligro es éste.
Además llama la atención que el resultado del estudio no sea cuantitativo. Es decir en él no se cuantifica la relación causa-efecto. De modo que los móviles sólo son “posiblemente carcinogénicos para los humanos”, pero sin decir cuánto lo son.
Una posible asociación móvil-cáncer de la que, para más inri, ellos mismos reconocen que no se pueden excluir otros factores causantes del tumor. O sea que lo mismo, ni son ellos los causantes. Vamos, vamos. (Continuará)
1 comentario :
Pienso que usted es el tipìco exceptico que no cree en nada
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