miércoles, 25 de agosto de 2010

Dar un giro de 360 º (y II)

(Continuación) O las acertadas palabras de aquel trabajador que al volver de vacaciones, dijo que su vida había dado un giro de 360 º.

Tenía toda la razón.

Estaba sentado en la misma mesa que ocupaba antes de irse de vacaciones.

Pensando con más detenimiento
No obstante es posible que, la frase en cuestión, pensada con más detenimiento, sí pueda tener razón de ser. Vean si no.

1.- Desde un punto de vista físico, sería posible que la expresión dar un giro de 360º, tuviera sentido. Para ello utilizaremos un ejemplo diferente al de antes.

Imagine que va subiendo por una escalera de caracol.

En ese movimiento espiral de ascenso, es posible dar un giro de 360 º y acabar en la misma posición que empezó, sólo que ahora estará a una altura distinta, por lo que algo habrá cambiado.

Sería como el ejemplo anterior del dormitorio solo que en vez de realizarlo en el plano, ahora sería el espacio. O sea cambiando dos dimensiones por tres.

2.- Es más, ahora que les estoy contando esto caigo en la cuenta que, desde un punto de vista metafísico, la frase de marra podría tener sentido, incluso, manteniéndonos en el plano. Verán.

A pesar de que volvemos al inicio, durante la revolución hemos podido observar nuestro entorno y, por tanto, llegar a tener un atisbo más completo del conjunto.

Lo cual es bueno.

Porque habremos podido aprender de las cosas y personas que hemos visto, y eso puede ayudarnos a evolucionar.

Es lo que los crédulos de las “energías del buen rollito” llaman “alcanzar un estadio superior”. Los mismos que hablan de “energías positivas y energías negativas” y “de que todo es cíclico”.

Bueno ya saben por donde voy. A la evolución por la revolución.

3.- Hay, además del físico y metafísico, otro punto de vista que fundamenta una defensa de la cita. Proviene del campo de la psicología. Y tiene un puntito canalla. Se lo aclaro.

Nace de entenderla como una ironía hecha a propósito. Un sarcasmo intencional.

Es como esa otra expresión de “Buscar tres pies al gato” que algunos exageran hasta “cinco”, buscando hacer aún más absurda la conducta indicada.

Claro que en este caso la ironía funciona, pues todo el mundo sabe que los gatos tienen cuatro patas,.

Mientras que no todos comprenden lo de los 360 º. De ahí lo del punto canalla.

Conclusión
Sí. Ya lo sé. Después de marearles, hemos vuelto donde estábamos. Y que para ese viaje no necesitábamos de alforjas. De acuerdo. Mis disculpas.

No obstante ¿Saben que les digo? Que me alegro. Al fin y al cabo, les devuelvo a territorio conocido. Así que reivindico el giro de 360º a nuestras vidas.

¡Qué gusto!

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