domingo, 11 de julio de 2010

Adiós Selectividad (y II)

(Continuación). Ya no hay un examen de Selectividad en unas fechas determinadas de junio.

En realidad el examen de selección tiene lugar unos meses antes, y durante los diferentes ejercicios que tienen de cada asignatura, a lo largo de todo el curso de 2º de bachillerato.

Un curso caracterizado por los niveles impartidos por los profesionales de la enseñanza, y que resultan, en la mayoría de los casos, superiores al exigido en la selectividad. Aunque el obligado para el bachillerato.


Otras más
Porque no es cierto que los profesores, ahora, preparen a sus alumnos para la selectividad. No. Ellos saben que su misión es otra bien distinta. Más elevada.

Si en el centro de enseñanza es el estudiante, él, el que aprueba, entonces es seguro que superará la selectividad. Con toda seguridad. Ni lo dude. Estará más que preparado para ello.

Otra cosa es que no haya aprobado él...

Les decía que los exámenes de selección tenían lugar en el curso de 2º, pero no les he advertido de que empiezan un año antes.

Justo cuando inician 1º de bachillerato. Y los profesores les avisan ya, de la importancia de los resultados de ese curso.

Lo son para la calificación media de su expediente y la elección de la plaza deseada en la universidad.

Sin embargo la experiencia nos dice que, aunque avisados, los alumnos no son conscientes de lo fundamental que suele resultar sacar buenas notas, ya en ese 1º de bachillerato.

Por lo general, y por desgracia, se les va el curso en darse cuenta y, con frecuencia, al final lo lamentan. Pero ya no hay vuelta atrás.

Y otras más
Es quizás la primera vez que advierten, que el porvenir se construye siempre, siempre, en el presente. Lo que puede resultar frustrante. Frustrante y tardío.

Claro, que bien pensado, es difícil que lo hayan podido advertir antes. Que lleguen al bachillerato con ese sentido de la responsabilidad ¿Dónde lo podían haber adquirido? ¿En la ESO?

Es evidente que, para la gran mayoría, no es así.

La condición obligatoria de esa etapa la inhabilita para ello. Está a la vista que la ESO ha terminado siendo, poco más que un muestrario de motivaciones para pasar de curso sin esforzarse.

Y es en ese terrible curso de 3º de ESO, en el que se decantan supuestas vocaciones y se afirman ilusionantes personalidades, cuando se produce el selectivo punto de inflexión.

Lo que quizás nos deba hacer pensar que, en realidad, la selectividad de junio de nuestros chavales, empieza mucho, mucho, antes.

En el entorno familiar que los envolvió y donde se criaron.

En la misma cuna, quizás.

No en vano se dice que "para educar a un niño, es necesaria la participación de toda la tribu".

Algo con lo que estoy más que de acuerdo.


1 comentario :

Anónimo dijo...

muy afinada su visión sobre la educación, aunque en elgunos puntos discrepo