Nunca en la historia del hombre, ha faltado un susto apocalíptico que llevarse al cuerpo.
Hace dos o tres décadas se trataba del “invierno nuclear”, se acordarán ¡Qué frío!
Después fue la “lluvia ácida”, encargada de dejar nuestros bosques y praderas peladitas de vida. Ya.
Luego vino el “agujero de ozono” sobre la Antártida ¿Qué pasó con él? Y así otros muchos, que recordar no quiero.
Hace dos o tres décadas se trataba del “invierno nuclear”, se acordarán ¡Qué frío!
Después fue la “lluvia ácida”, encargada de dejar nuestros bosques y praderas peladitas de vida. Ya.
Luego vino el “agujero de ozono” sobre la Antártida ¿Qué pasó con él? Y así otros muchos, que recordar no quiero.
Lo cierto es que son recurrentes. Cíclicos. Como los viejos milenarismos.
Ahora toca el “cambio climático”. Pues muy bien. Una muestra más, del débil periodismo de encargo.
La ciencia, por el contrario, nos dice que sólo se puede hablar de cambio climático cuando los promedios medidos, se repiten con mayor frecuencia e intensidad que en tiempos pasados.
Unos tiempos que no son ni un día, ni un mes, ni un año. Sino decenas de años, siglos.
J. A. Maldonado y M. Picazo en sus informativos, no se cansan de repetir que, a veces, la situación meteorológica es rara, pero no única.
Que ya se ha dado en otros años, sólo que lo hemos olvidado. Pues nada.
Yo recuerdo, de pequeño, haber oído a mis abuelos decir que el tiempo estaba loco. Ya porque el verano hubiera sido más lluvioso o frío de lo habitual. Ya porque el invierno hubiera sido más seco o templado que otras veces.
Ahora sé que no estaba loco. No. Era el cambio climático. Ignaros.
Ahora toca el “cambio climático”. Pues muy bien. Una muestra más, del débil periodismo de encargo.
La ciencia, por el contrario, nos dice que sólo se puede hablar de cambio climático cuando los promedios medidos, se repiten con mayor frecuencia e intensidad que en tiempos pasados.
Unos tiempos que no son ni un día, ni un mes, ni un año. Sino decenas de años, siglos.
J. A. Maldonado y M. Picazo en sus informativos, no se cansan de repetir que, a veces, la situación meteorológica es rara, pero no única.
Que ya se ha dado en otros años, sólo que lo hemos olvidado. Pues nada.
Yo recuerdo, de pequeño, haber oído a mis abuelos decir que el tiempo estaba loco. Ya porque el verano hubiera sido más lluvioso o frío de lo habitual. Ya porque el invierno hubiera sido más seco o templado que otras veces.
Ahora sé que no estaba loco. No. Era el cambio climático. Ignaros.
3 comentarios :
Hola!, me gustaría comentar algo respecto al tema:
La lluvia ácida es un fenómeno que efectivamente se produjo en el pasado y que se produce actualmente. Hoy en día es menos grave debido a que la cantidad de óxidos de nitrógeno y azufre que se pueden por ley emitir a la atmósfera es menor, y las industrias han incluido en en sus procesos metodologías para captar estos gases generados durante la combustión u otro tipo de procesos para evitar que lleguen a la atmósfera. Cabe destacar que no es necesario que llueva ácido sulfúrico del cielo para estar alarmados, pequeños cambios en el PH de las precipitaciones puede tener efectos nocivos sobre el medioambiente.
El agujero de ozono, que no es más que una disminución de la densidad de ozono, es una realidad. Es debido a que compuestos orgánicos que poseen átomos de halógeno en su estructura catalizan la descomposición de la molécula de ozono, al funcionar como generadores de radicales (el radical es el que incia el ciclo catalítico). Esto se produce especialmente en las nubes que se forman en la antártida porque las condiciones son idóneas. El proceso catalítico es heterogéneo, se produce en la superfice de la nube (que es líquido) en contacto con la atmósfera. Lo mismo, se ha controlado parciamente debido a la restricción del empleo de compuestos orgánicos halogenados de tipo CFC, que tenían diferentes usos. Lo mismo, pequeños cambios en la densidad del ozono tienen grandes consecuencias, en este caso aumentaría significativamente la radiación perjudicial que nos llegaría. Suerte que es en la antártida. Claro que antes de tomar medidas, el "agujero" iba creciendo hacia zonas pobladas.
Por otro lado, para saber si existe o no un cambio climático, se emplean diferentes indicadores, que son aquellas medidas (temperatura global, cantidad de CO2, mínimo de hielo ártico y antártico etc...) que la comunidad científica a elegido en consenso que proporcionan una medida fiable de las variaciones del cambio climático. Podéis consultarlo en practicamente cualquier organismo público científico. En concreto me parece muy intuitiva la página web de la NASA (da igual donde lo miréis, las gráficas es la misma o muy parecida). Lo cierto es que esas medidas de la media de la temperatura global en función del tiempo (que es uno de los muchos indicadores) se han hecho y la temperatura global ha aumentado algo más de un grado desde 1880. Recordemos que, como todo en medio ambiente, pequeños cambios dan lugar a grandes efectos (extinción de especies, cambios en los procesos quimicofísicos de la atmósfera y la hidrosfera et...). Un grado de temperatura global es el equivalente a un cambio climático natural de miles de años (teniendo en cuenta el mayor cambio registrado en la historia natural, de normal son mucho mas suaves) en el cual las especies pueden adaptarse. En cien años, esto no es así. El cambio climático es una realidad, no de ahora, sino desde el inicio de la revolución industrial que a partir de 1950 aprox se ha disparado. Hoy en día existe consenso mundial acerca del cambio climático y que su origen es antropológico. Aunque esto sigue discutiéndose en esferas pseudocientíficas y otros ambientes. Pero no veréis publicado un Nature o un PNNAS diciendo que no existe, sino aportando mas información acerca del cambio.
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