martes, 25 de abril de 2017

‘Lucy in the sky with diamond’. Letra y bioquímica (1)


(Continuación) Una enfermedad, esto a lo mejor lo ignoran, que guarda relación con la santa de Ávila, la monja carmelita, apasionada y de gran imaginación que al parecer entraba en estados de éxtasis, asociados a fenómenos de bilocación, levitación y otros momentos de evasión.  
Pues bien algunos indicios científicos hacen pensar que, quizás, los efectos psicotrópicos que produce el cornezuelo del centeno (o lo que es lo mismo del LSD), podrían andar detrás de la explicación de los supuestos efectos sobrenaturales que algunos llaman milagro.
Al fin y al cabo los anglosajones dicen que el diablo está en los detalles.

Dejando a Santa Teresa y sus cuitas (La vida es una mala noche en una mala posada) y volviendo al LSD, les dije que como tal sustancia fue descubierta en 1938, pero no que de sus efectos no se supo, y por serendípia, hasta pasados unos años, en concreto en 1943. 

Ocurrió durante la recristalización de una muestra de tartrato de LSD, y en la que se sintió mareado teniendo que dejar el trabajo.
Cuando se recuperó pensó con lógica que la absorción de la sustancia por el organismo, se debía haber producido de manera involuntaria por vía cutánea, de modo que a los tres días, el 19 de abril de 1943, decidió tomar, ahora de forma voluntaria, una dosis mayor a fin de poner a prueba sus efectos.

La documentación existente habla de doscientos cincuenta microgramos (250 µg) de LSD.
No les quiero cansar con los detalles pero sí les diré que, gracias a los efectos que experimentó el químico, el “Día de la bicicleta” se celebra cada año ese 19 de abril. No les digo más y no me pregunten la razón del por qué. Esa es otra historia que debe ser contada en mejor ocasión.

En cualquier caso que conste que Hofmann puede ser considerado como el primer hombre que  sintetizó, ingirió y experimentó con los efectos psicotrópicos del LSD.
Por cierto el nombre de LSD-25 proviene de la numeración que Hoffman iba dando a los compuestos que sintetizaba, y éste se ve que era el vigésimo quinto derivado que obtenía del ácido lisérgico. Fin del paréntesis bioquímico.
En busca de respuestas
Y retomo donde lo dejé. Estas son las pruebas de las que dispongo, acerca de una hipotética relación entre título y letra musical de ‘Lucy in the...’ y los efectos de la droga en cuestión: de un lado el supuesto acrónimo extraído del título, LSD, y del otro la interpretación de algunos de los versos de la letra.
¿Son pruebas para convertir la hipótesis en teoría o se quedan en simples evidencias? ¿Qué opina usted? 

Mientras me lo hace saber y por si quiere conocer la mía, llámeme loco lo comprenderé, tengo para mí que quizás no sería descartable el hecho de que la composición de la canción, pudiera estar inspirada en algún “viaje” que hiciera Lennon. Ya saben por dónde va lo del “viaje”.
Dicho esto, y más importante que mi prescindible opinión, ¿qué pensaban por aquél entonces los miembros del grupo al respecto? ¿Qué decía el propio autor de la composición?
Aunque sin duda ‘Lucy...’es una de las canciones más “soñadoras” del grupo, la verdad es que como tal grupo, siempre se han mantenido en sus treces y han negado la mayor. El hecho de que las iniciales del título formen el acrónimo LSD, no es más que una pura coincidencia, una desgraciada casualidad.

“No caímos en que las iniciales formaban la sigla LSD hasta que nos lo hicieron ver más tarde…, y a esas alturas la gente ya no nos creyó” , llegaron a declarar. 

En su opinión no era más que un invento de la gente, si bien no es menos cierto que en esa época ellos experimentaban con esa droga, además de con la marihuana.  (Continuará)

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