En él Lujendra Ojha, del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech) en Atlanta, y su equipo de expertos se inclinan por la idea de que, las curiosas líneas (RSL) que bajan a lo largo de las inclinadas laderas del planeta rojo, pueden ser ríos de salmuera, es decir agua saturada de sales.
Unas sales minerales hidratadas que han sido encontradas hasta en cuatro lugares diferentes y en cuyo análisis espectral han encontrado una mezcla de percloratos de magnesio y de sodio y clorato de magnesio.
Papel de los percloratos
Unos percloratos ClO4 -, que ya se habían detectado en Marte.Y así el aterrizador Phoenix en 2008 y el rover Curiosity en 2012, los encontraron en el suelo del planeta. De hecho algunos científicos creen que las misiones Viking en 1970, ya pudieron detectar trazas de estas sales.
Y ahora, con el estudio de las RSL, los hemos vuelto a detectar sólo que en forma hidratada, y en diferentes áreas. Por cierto que es la primera vez que los percloratos se han identificado desde una sonda en órbita.
Y su papel en todo esto es parecido al que juegan en la Tierra. Hay percloratos que son capaces de retener líquidos durante la congelación, incluso cuando las condiciones son del orden de los -70ºC. Aquí, en nuestro planeta, de manera natural estas sales se concentran sobre todo en los desiertos.
Y como otras sales hidratadas bajan el punto de congelación del líquido.
Un fenómeno físico-químico conocido. De ahí su uso en anticongelantes y como factor de deshielo de las carreteras, al provocar que tanto el hielo como la nieve (no son lo mismo) se derritan más rápidamente.
Bueno pues siguiendo esta línea de razonamiento, los expertos en ciencias exoplanetarias piensan que es probable un flujo en el subsuelo marciano poco profundo, con suficiente agua y que es absorbida en la superficie.
Un agua del que se desconoce su origen aunque todo apunta a que lo más probable es que proceda de la atmósfera marciana. Un agua que permanecería congelada en el subsuelo, hasta que en la estación cálida del planeta se derritiera y formara los surcos oscuros que hemos detectado.
Nuevas posibilidades: un agua actual
Para empezar se confirma la idea primaria. Estos flujos de descenso, los surcos lineales (RSL), están relacionados con el agua líquida. El agua salada corre por los cañones y las paredes de Marte durante los meses de verano. Ella es la creadora de esas rayas oscuras.
El hallazgo de restos de sal en estas depresiones concuerda con la idea de que se han formado gracias al flujo de agua subterránea y salada que llegó a la superficie.
Estamos ante la primera evidencia directa de la existencia de agua líquida en la superficie de Marte y el papel vital que esta agua juega en la formación de los surcos",
Pero los nuevos datos permiten realizar una segunda afirmación.
Hasta ahora, cuando se habla de agua en Marte, se hace referencia a un pasado más o menos remoto. A un agua, por así decirlo, antigua. Es algo sabido pues incluso, con anterioridad, la NASA ya nos había informado ampliamente.
Por ejemplo que casi la mitad del hemisferio norte de Marte fue en el pasado un océano. Una inmensa masa de agua salada que bien pudo tener una profundidad superior a los uno coma seis kilómetros (1,6 km). Lo que no es nada desdeñable.
Pero lo realmente novedoso es, y resulta muy probable que así sea, que las corrientes de agua salada se estén produciendo en la actualidad. Que no sean sólo cosa del pasado. (Continuará)
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