¿Se puede saber el color de ojos que tendrán los hijos?

Pues no. No hay una regla precisa sobre el color de ojos que tendrá el bebé, en función del color con el que nacen. Ya hemos comentado que dependerá de la herencia genética que reciba de sus padres.

Pero es que tampoco hay una ley genética que indique qué color de ojos tendrá el bebé, dependiendo del color que tengan los padres.

Cierto es que existen grados de probabilidad, mayores o menores, de que así sea. Pero ninguna seguridad.


Y es que para estas cosas, la Genética parece que es muy caprichosa. Lo que puede dar lugar a no pocas anécdotas curiosas, y sorpresas más o menos desagradables, a quien ignora las leyes de esta ciencia y sus consecuencias.

Como el hecho de que de padres, ambos con ojos marrones, pueda nacer un hijo con los ojos azules. Y al revés. O que por el hecho de tenerlos claros, el niño, necesariamente, los tendrá del mismo color.

Se equivocan. Son las Leyes de Mendel y de la transmisión genética las que, verdaderamente, gobiernan estas combinaciones biológicas.

Por ellas sabemos también que el color de ojos de los abuelos, maternos y paternos, puede influir mucho más en los ojos del futuro nieto que el de los propios padres ¿A qué es debido?

Quizás, antes de contestar esta pregunta de más calado biológico, convendría recapitular lo visto hasta ahora.