De vuelta con el sistema duodecimal, he de decirles que no fue el único empleado por el hombre.
También se empleó el sistema sexagesimal que utiliza la base sesenta y que, como el duodecimal, aún perdura.
Basta pensar que hemos dividido cada hora en sesenta minutos y éstos a su vez en sesenta segundos.
Y recordar los tiempos de la escuela donde nos enseñaban que los ángulos se miden en grados que constan de sesenta minutos y éstos de sesenta segundos.
Una logística sencilla.
Pero con el tiempo se impuso el sistema decimal, en el que sus múltiplos y submúltiplos están basados en el número diez.
Al fin y al cabo tenemos cinco dedos en cada mano y pie, lo que da un total de hasta 20, lo que es una buena cantidad de unidades. Contar con los dedos es, sin duda alguna, la forma más natural de contar.
El sistema decimal fue implantado a lo largo del siglo XIX y con él se buscaba un sistema único para todo el mundo que facilitara el intercambio.
Hasta entonces cada país, e incluso cada región, tenía su propio sistema de medida.
A menudo se empleaban las mismas denominaciones para medidas de distinto valor, y viceversa, distintos nombres para la misma medida. Un caos.
Hoy en día el decimal es el utilizado en casi todo el mundo, a excepción del Reino Unido, EEUU, Nepal y algunos lugares en África.
Qué se le va a hacer. Hay gente pa tó, que dejó dicho el matador de toros cordobés.
Pero el predominio del mundo decimal no ha llegado a anular al duodecimal.
Si sabemos mirar, encontraremos que aún hay artículos que se contabilizan, basándose en este sistema.
A los consabidos huevos le podemos añadir los sextetos cerveciles, las cajas de leche con la media docena de bricks, los paquetes de papel higiénico de 24, 18, 12 y 6 rollos, y alguno que otro más.
También se empleó el sistema sexagesimal que utiliza la base sesenta y que, como el duodecimal, aún perdura.
Basta pensar que hemos dividido cada hora en sesenta minutos y éstos a su vez en sesenta segundos.
Y recordar los tiempos de la escuela donde nos enseñaban que los ángulos se miden en grados que constan de sesenta minutos y éstos de sesenta segundos.
Una logística sencilla.
Pero con el tiempo se impuso el sistema decimal, en el que sus múltiplos y submúltiplos están basados en el número diez.
Al fin y al cabo tenemos cinco dedos en cada mano y pie, lo que da un total de hasta 20, lo que es una buena cantidad de unidades. Contar con los dedos es, sin duda alguna, la forma más natural de contar.
El sistema decimal fue implantado a lo largo del siglo XIX y con él se buscaba un sistema único para todo el mundo que facilitara el intercambio.
Hasta entonces cada país, e incluso cada región, tenía su propio sistema de medida.
A menudo se empleaban las mismas denominaciones para medidas de distinto valor, y viceversa, distintos nombres para la misma medida. Un caos.
Hoy en día el decimal es el utilizado en casi todo el mundo, a excepción del Reino Unido, EEUU, Nepal y algunos lugares en África.
Qué se le va a hacer. Hay gente pa tó, que dejó dicho el matador de toros cordobés.
Pero el predominio del mundo decimal no ha llegado a anular al duodecimal.
Si sabemos mirar, encontraremos que aún hay artículos que se contabilizan, basándose en este sistema.
A los consabidos huevos le podemos añadir los sextetos cerveciles, las cajas de leche con la media docena de bricks, los paquetes de papel higiénico de 24, 18, 12 y 6 rollos, y alguno que otro más.
2 comentarios :
L a matematica es hermoza me hubiera gustado aprender mas de lo que me enseñaron en mi secundaria de adulto
L a matematica es hermoza me hubiera gustado aprender mas de lo que me enseñaron en mi secundaria de adulto
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