lunes, 20 de junio de 2011

¿Diseñó Eiffel las Naves del Barranco de Sevilla?


Se trata de un edificio de base rectangular que el Ayuntamiento de Sevilla, en la segunda mitad del siglo XIX, decidió construir para la recepción y venta de pescado.

Una moderna lonja en hierro y vidrio, dotada de grandes cristaleras y con un interior diáfano.

Consta de cuatro naves cubiertas con bóveda de cañón en placas de hierro galvanizado, y todo ello soportado por estructura y columnas de fundición.

El conjunto se completa con un pórtico que rodea, tanto la parte delantera como la trasera del edificio.

El diseño fue adjudicado al ingeniero francés Gustave Eiffel y su realización a los talleres metalúrgicos sevillanos Portilla y White, encargados de fundir el hierro para su construcción. Iniciado el proyecto, políticamente, en 1861, la obra se acabó, de hecho, en 1883.

Es sabido que las cosas de palacio van despacio.

Desde el punto científico-técnico, y dado el carácter divulgativo de estas entradas, les comento un par de apuntes. Uno relacionado con la expresión hierro galvanizado.

Hierro galvanizado
Ya hemos hablado en otras entradas de la sustancia simple metálica hierro, por lo que sólo comentaré el tipo: galvanizado.

Hierro galvanizado no es más que hierro recubierto del metal cinc Zn (s) mediante el método de la galvanización.

Un proceso electroquímico de cubrimiento de un metal con otro, denominado así ya que está basado  en los trabajos del físico italiano Luigi Galvani (1737-1798).

Galvani descubrió que, si se pone en contacto un metal con una pata cortada de una rana ésta, la pata, se contrae como si estuviese viva. Sí no les miento. Como si estuviese viva. Lo llamaron electricidad animal.

Prometo contarles esta historia del batracio en breve. Pero ahora seguimos con la galvanización.

El hecho de galvanizar al hierro o cualquier otro metal es para protegerlo. Para evitar su corrosión o herrumbre. El mecanismo funciona así.

Como el cinc es más oxidable que el hierro y está depositado encima de él, es el primero de los dos metales que entra en contacto con el oxígeno del aire y el primero, por tanto, en oxidarse.

Se trata de un óxido muy estable, que impide que se oxide el hierro que está debajo, ya que su estructura no permite que el oxígeno atmosférico, O2 (g) penetre y entre en contacto con él.

Presente de las Naves del Barranco
La otrora lonja de pescado ha pasado a lo largo de su siglo y cuarto de existencia, y tras la  restauración realizada en 1992, con motivo de la Exposición Universal a cumplir otros cometidos.

Desde años de abandono absoluto, hasta albergue improvisado de indigentes. Pasando por punto de información turística y sala de exposiciones.

Y sin olvidarnos de que han sido propuestas para infinidad de proyectos, como sede de la televisión municipal, centro de interpretación de la Semana Santa, y otros más que recordar no quiero.

En la actualidad está sin uso. A la espera. Ya les contaré.

Por último permítanme un detalle cronológico. La fecha de encargo a Gustave Eiffel por parte del Ayuntamiento de Sevilla, del diseño de las Naves es muy anterior a la del diseño y realización de la Torre Eiffel, y por el que ganó fama mundial.

Es decir se trata de un Eiffel, ya con un cierto reconocimiento profesional pero, aún, sin la enorme popularidad que derivaría del monumento parisino.

No se le he comentado hasta ahora, pero las Naves del Barranco, se encuentran al comienzo de la calle Arjona, allí junto al puente de Isabel II.

El segundo de los tres ejemplos de arquitectura en hierro sevillano, cuya autoría mi memoria adjudicó, en primera instancia, a Gustave Eiffel.



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