El resto de las pruebas, la primera cronológica
La primera es bien simple. Un sencillo cálculo con las fechas nos hace ver lo que de improbable tiene el hecho narrado. Que un niño de corta estatura y con sólo siete años, Fleming nació en 1881, salvara a un joven de catorce, Churchill lo hizo en 1874, de morir ahogado, no parece probable que sea cierto.
Lo que sí es cierto es que Fleming nació en una pobre familia campesina de Escocia. Que era el séptimo de ocho hermanos y que quedó huérfano cuando tenía tan solo siete (7) años.
Que de niño estudió en una escuela rural modesta donde ya dio pruebas de su extraordinaria capacidad para observar. Y que con trece (13) años se trasladó a Londres, hizo dos cursos en un instituto y se empleó como oficinista en una compañía naviera.
También está documentado que la formación médica del universitario Fleming, fue financiada con una providencial herencia de doscientas cincuenta libras esterlinas (250 £) que le dejó un tío que había fallecido.
Gracias a ella, el joven Fleming se licenciaba en 1908, recibiendo la medalla de oro de la Universidad de Londres.
Pero ni rastro de la agradecida aportación económica de sir Randolph Churchill, papá de Winston. Es más, el propio Fleming describió la historia a su colega y amigo Andre Gratia (1893-1950), como una fábula asombrosa.
O sea que no.
Y la segunda cronológica
Aquella otra historia según la cual Fleming volvió a salvar a Churchill.Sabemos por la documentación existente que, durante la Primera Guerra Mundial, Fleming ejerció de médico militar y quedó fuertemente impresionado, por la terrible mortandad causada por la infección de las heridas de metralla.
De forma que, al finalizar la guerra volvió a Londres y se afanó en buscar un antiséptico que evitase la dura agonía de las infecciones. Una tarea en la que se vio ayudado de forma casual o serendípica. Por chiripa, vamos.
Es el sucedido del, ya comentado, fortuito moqueo sobre el cultivo microbiano, fruto de su resfriado crónico. Desde ese momento, la carrera de Fleming estuvo centrada en la investigación de las defensas del cuerpo humano, contra las infecciones bacterianas.
También está probado documentalmente que Churchill estuvo enfermo de pulmonía en 1943. Pero se sabe de forma cierta que fue tratado por sus médicos con sulfamida, no con penicilina. Además, en dicho tratamiento, Fleming no estuvo presente, ni fue consultado siquiera.
En realidad Churchil fue curado con una sulfamida antibacteriana.
Otro medicamento llamado Sulphapyridine, y conocido por aquel entonces con el nombre de M&B, por los laboratorios que lo desarrollaban: May & Baker Ltd.
De hecho unos años después de acabada la Segunda Guerra Mundial, en una entrevista de radio, Sir Winston Churchill se refirió al medicamento que le salvó la vida como “El admirable M&B”.
De modo que no fueron la penicilina y la inyección que dicen le puso Fleming, los que le salvaron la vida. Una vez más, no es cierto que el hijo del granjero salvara la vida del hijo del aristócrata.
Aunque es cierto que ambos hombres se conocieron unos años después.
Esta es toda, y sólo, la verdad de la mentira. No en vano la gran creadora de la verdad es la mentira. Y hablando de mentira, he de corregir un error.
El HOTEL FLEMING no fue el último reconocimiento privado que Sevilla le hizo al nobel. No. Sólo le diré que esta nueva entrada fleminguera la he llamado Fleming en La Marina.
9 comentarios :
El que salva a Churchill de morir ahogado es el padre de Fleming, por eso la fecha no coincide. De todos modos ni lo que cuentan aquí como verdad, tampoco está probado.
Creo que estás errado al decir que no hay pruebas que desmienten el mito. En el enlace de abajo las tienes.
- La narración cita a un niño llamado Alex como el que salvó de ahogarse en el pantano a Churchill. Por lo que la prueba de las edades coincide. Todo apunta a que la primera referencia escrita sobre la narración fue en diciembre de 1944, por Arthur Gladstone Keeney en la publicación "Coronet magazine", paginas 17-18, con el título "Dr. Lifesaver," y que fue un año después de la grave neumonía que sufrió Churchill y que se cita en la narración.
-Tampoco hay constancia del mecenazgo de la familia Churchill que posibilitará a Alexander Fleming realizar sus estudios de medicina. Esa familia ha tenido numerosos biógrafos que no han encontrado referencias a la citada donación.
-Hay numerosas pruebas que apuntan a que la afección de Churchill, en 1943, fue tratada con una sulfamida comercializada por la compañía M&B.
En resumen, todo apunta a es un mito. Normal, los británicos parece que demuestran admiración por sus ilustres, ya sean estadistas o ya sean científicos, humanistas o artistas. Deberíamos aprender en España y empezar a recordar más a nuestros ilustres... ¿Cuántos españoles recordarán a Ramón y Cajal o a Severo Ochoa? (por citar a los Niveles) :(
Un saludo ;)
http://www.winstonchurchill.org/resources/myths/136-sir-alexander-fleming-twice-saved-churchills-life
Errata: en última línea pongo "Niveles" cuando debe decir Nobeles. Cosas del corrector del teléfono.
En Argentina está el Dr Favaloro gran médico y ser humano .
En Argentina está el Dr Favaloro gran médico y ser humano .
La historia que yo leí no dice nunca que el que salva a Winston sea Alexander...dice que fue Mr Flemming o sea el padre.
Claro está connotación anula por completo el juicio de anulación de la historia
Muchachos, verdad o mentira, a quien le importa? Una anécdota resulta relevante por su enseñanza y no por el simple hecho de ser contada, eso es chusmerío. Una anécdota importante es la gran mentira de la paleontología inglesa del eslabón perdido. Una farsa armada ex profeso para justificar ideología, como TODA la historia escrita. Sólo la investigación honesta nos lleva a la verdad, y como dijo Diógenes: traedme un hombre. Ahora yo digo: traedme un historiador. AMBOS NO EXISTEN
PORQUE LA VERDADERA HISTORIA JAMÁS ES CONTADA
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