Hace unos días les hablé de su último libro pero apenas les dije nada de su autor, el estadounidense Michio Kaku.
Nacido en 1947, Kaku es un físico teórico co-creador de la SFT, una rama de la teoría de cuerdas. Además de ser un divulgador científico muy conocido, presentador de dos programas de radio, colaborador en documentales de televisión y autor de varios libros, entre ellos: “El universo de Einstein (2005), Hiperespacio (2007) y Universos paralelos (2008).
De padres japoneses, su formación es fruto de dos corrientes de pensamiento. Mientras en su hogar fue educado en las enseñanzas del budismo, en la escuela recibió enseñanza cristiana.
Una circunstancia que el propio Kaku ha señalado como un factor de interés a la hora de comprender sus opiniones. Que, por otro lado, no siempre son entendibles ni asumibles.
Y es que, en el budismo, el universo no tiene ni principio ni fin, mientras que en el cristianismo el universo es lineal, y tiene un principio y un fin. De modo que, en medio de ambos devenir, sus teorías tratan de buscar la síntesis de ambas antinomias. Todo un reto para él y sus lectores.
En defensa de algunas de las fantasías de ciencia-ficción, que Kaku aborda en el libro, algunos traen a colación la cita de Einstein: “Si al principio una idea no es completamente absurda, no existe la menor esperanza de lograr algo a partir de ella”.
Yo les confieso que no acabo de comprenderlo bien del todo. Cosas de genios.
Incluso recuerdan que a principios del siglo XX, Einstein consiguió demostrar no sólo la existencia de los agujeros negros, sino también la noción de que el tiempo discurre más despacio cuanto más deprisa se viaja. Bueno, dicho así, habría que sentarse a hablar.
Nacido en 1947, Kaku es un físico teórico co-creador de la SFT, una rama de la teoría de cuerdas. Además de ser un divulgador científico muy conocido, presentador de dos programas de radio, colaborador en documentales de televisión y autor de varios libros, entre ellos: “El universo de Einstein (2005), Hiperespacio (2007) y Universos paralelos (2008).
De padres japoneses, su formación es fruto de dos corrientes de pensamiento. Mientras en su hogar fue educado en las enseñanzas del budismo, en la escuela recibió enseñanza cristiana.
Una circunstancia que el propio Kaku ha señalado como un factor de interés a la hora de comprender sus opiniones. Que, por otro lado, no siempre son entendibles ni asumibles.
Y es que, en el budismo, el universo no tiene ni principio ni fin, mientras que en el cristianismo el universo es lineal, y tiene un principio y un fin. De modo que, en medio de ambos devenir, sus teorías tratan de buscar la síntesis de ambas antinomias. Todo un reto para él y sus lectores.
En defensa de algunas de las fantasías de ciencia-ficción, que Kaku aborda en el libro, algunos traen a colación la cita de Einstein: “Si al principio una idea no es completamente absurda, no existe la menor esperanza de lograr algo a partir de ella”.
Yo les confieso que no acabo de comprenderlo bien del todo. Cosas de genios.
Incluso recuerdan que a principios del siglo XX, Einstein consiguió demostrar no sólo la existencia de los agujeros negros, sino también la noción de que el tiempo discurre más despacio cuanto más deprisa se viaja. Bueno, dicho así, habría que sentarse a hablar.
3 comentarios :
gran personaje añoro mucho leer ese libro, y por lo que decia einstein bueno, todo genio es un loco hasta que su idea funcione o no?
Se dice en este texto: "Incluso recuerdan que a principios del siglo XX, Einstein consiguió demostrar no sólo la existencia de los agujeros negros, sino también la noción de que el tiempo discurre más despacio cuanto más deprisa se viaja."
Einstein no hizo un solo experimento en toda su vida y por ello no demostró absolutamente nada. En el año 1905 publicó un artículo que era una simple especulación teórico-matemática en la que se afirmaba, entre otras cosas, "que el tiempo discurre más despacio cuanto más deprisa se viaja". Este artículo no era tan original como suele decirse, ya que se inspiraba en algunos trabajos anteriores, no menos especulativos, de H. A. Lorentz y J. H. Poincaré (aunque a este último Einstein ni siquiera lo citó en su artículo).
Que yo sepa, el primer intento de demostrar experimentalmente la hipotética "dilatación del tiempo" se produjo con el experimento de Hafele-Keating de la década de 1970 (cuando Einstein ya estaba muerto). Ahora bien, la metodología aplicada en este experimento fue muy poco rigurosa, según señaló Louis Essen (el científico que creó el primer reloj atómico) en su artículo titulado "Relativity, Joke or Swindle?" ("¿Relatividad, broma o estafa?").
Respecto a Michio Kaku, se puede decir lo mismo: La Teoría de Cuerdas y su universo de 11 dimensiones es una mera especulación sin ninguna demostración experimental, lo que podríamos llamar una "magufada". Por ello la Física Teórica no puede ser considerada más que una pseudociencia (por mucha propaganda que se haya hecho en los medios de comunicación de personajes como Albert Einstein, Stephen Hawking o Michio Kaku, para poder vendérnosla al resto de los mortales).
En mi opinión, de las ideas absurdas sólo pueden obtenerse teorías absurdas y falsas.
Aunque el estudio de los agujeros negros se basa en la teoría de la relatividad general, Einstein no creía demasiado en su existencia. La idea de los agujeros negros fue desarrollada a partir de los años 30 por otros científicos: Chandrasekhar, Oppenheimer, Hawking, etc.
Saludos.
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