En 1789 se publicaba la primera noticia médica acerca de una extraña condición humana. Empezaba casi como una anécdota.
Un médico estadounidense preguntó a su paciente, T. Fuller, que presentaba una severa deficiencia mental: “¿Cuántos segundos ha vivido un hombre que tiene 70 años, 17 días y 12 horas?”. Casi de inmediato, Fuller respondió: 210 500 800.
Sorprendentemente la respuesta era exacta. La noticia fue la primera descripción científica de una extraña condición que sería conocida como el Síndrome del Sabio.
La coexistencia en una misma persona, de una profunda deficiencia mental y un talento extraordinario. Toda una contradicción.
Un médico estadounidense preguntó a su paciente, T. Fuller, que presentaba una severa deficiencia mental: “¿Cuántos segundos ha vivido un hombre que tiene 70 años, 17 días y 12 horas?”. Casi de inmediato, Fuller respondió: 210 500 800.
Sorprendentemente la respuesta era exacta. La noticia fue la primera descripción científica de una extraña condición que sería conocida como el Síndrome del Sabio.
La coexistencia en una misma persona, de una profunda deficiencia mental y un talento extraordinario. Toda una contradicción.
Una anomalía muy peculiar
Asociado desde hace años, al amplio espectro de desarrollo del autismo y a ciertos trastornos del hemisferio cerebral izquierdo, esta anomalía empieza a ser explicada desde la neuropatología y las neuroimágenes funcionales, que nos proporcionan las últimas técnicas ‘MSI’.
Lo presentan muy pocos autistas y su característica diferencial es que, junto a las discapacidades físicas o mentales, estas personas poseen unas capacidades extraordinarias. Como dones sobrehumanos ¿Cuáles son estas habilidades?
Unas son artísticas: pueden ser grandes intérpretes musicales, especialmente al piano; precisos pintores o imaginativos escultores.
Otras están relacionadas con su capacidad para memorizar datos: se saben calendarios enteros y recuerdan todos los días y sus incidencias. Incluso una combinación de las dos, siendo capaces de pintar una ciudad de memoria con el máximo detalle.
Estotras tienen que ver con el cálculo matemático, pues realizan complejas operaciones de forma instantánea y con gran precisión; por ejemplo, divisiones con 100 decimales o el cálculo de números primos.
Esotras son habilidades mecánicas y espaciales: miden distancias casi exactas, sin la ayuda de instrumentos; o construyen detalladas maquetas.
Por último, y no tan frecuentes, hay otras capacidades. Como la facilidad para aprender idiomas. Una intensa agudización de los sentidos. Y una perfecta medida del paso del tiempo sin necesidad de relojes, entre otras.
Se estima que, en la actualidad, no llegan al centenar las personas a las que se les ha diagnosticado esta rara condición.
Sabios...
Entre los más conocidos de estos hombres -que algunos científicos opinan que, tal vez, compartan con los genios ciertos subprocesos mentales, pertenecientes a un nivel específico del cerebro-, se encuentra S. Wiltshire.
Quien tras sobrevolar en helicóptero el casco histórico de Roma durante 45 minutos, lo pintó de memoria con una fidelidad espectacular necesitando tres días para hacerlo.
En otra ocasión, con tan sólo 11 años hizo lo mismo con la ciudad de Londres. Llegó incluso a dibujar el número exacto de ventanas que tienen los edificios más destacados. Una auténtica “cámara viviente”.
También L. Lemke, un virtuoso del piano que con sólo 14 años, tocó sin vacilaciones ni tropiezos el ‘Concierto número 1’ de Tchaikovsky ¡Lo había oído una vez, horas antes en la televisión!
Nunca ha recibido clases de piano, es ciego y padece trastornos del desarrollo y parálisis cerebral. No obstante, toca y canta miles de piezas en conciertos que da por los EEUU y otros países, improvisa y compone.
Y O. Sharoll, quien desde el mismo día que, con diez años, una pelota de beisbol le golpeó el lado izquierdo de la cabeza, recuerda exactamente todos los días de la semana y el tiempo que hizo.
...pero incapaces
Por desgracia, las excepcionales cualidades de estas personas cohabitan con las más elementales de las incapacidades.
Para muchas de las necesidades básicas de cada día dependen, por entero, de su familia.
Para muchas de las necesidades básicas de cada día dependen, por entero, de su familia.
Asimismo son incapaces de comprender cómo piensan las personas, o porqué sus actos no son lógicos, ni siguen patrones definidos.
Por ejemplo no entienden las metáforas, para ellos no tienen sentido.
Si oyen que alguien “tiene la cabeza llena de pájaros”, se extrañan pues, ¿cómo se te va a llenar la cabeza de pájaros?
Otra persona con esta condición es Kim Peek, capaz de leer simultánea y rápidamente las dos hojas de un libro, una con cada ojo.
Lleva memorizado unos 8 600 libros, que abarcan desde la geografía hasta la literatura, pasando por música, historia o filosofía. Una “enciclopedia humana”.
En su vida y habilidad para recordarlo todo está basado el personaje central de la película ‘Rain man’. Seguro que recuerda la película. Pues bien su personaje central, el autista Raymond Babbitt (Dustin Hoffman), está inspirado en Kim Peek.
1 comentario :
Jacob Barnett. No se si habra oido de este niño de 12 años de Indiana, pero yo la verda es que alucine con su historia. Con solo oir que a su edad ya trabaja en su propia teoría de la relatividad teniendo mas cociente intelectual que el mismisimo Albert Einstein. Ya esta terminando sus estudios en astrofísica en la universidad, su vidio lo dice todo.
Bajo mi opinión,ya quisiera mas de uno, aun teniendo sus grandes inconvenientes, tener el sindrome de Asperger.
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