miércoles, 23 de septiembre de 2015

OTOÑO 2015. INICIO ASTRONÓMICO (y II)

(Continuación) Empezando por nuestro satélite, en este otoño veremos tres lunas llenas o plenilunios, cada veintinueve (29) o treinta (30) días. La primera ya el lunes 28 de septiembre y las otras dos el 27 de octubre y el 25 de noviembre.

Y ya que hablamos de ella, durante este otoño, se producirá un eclipse total de Luna, que tendrá lugar el próximo 28 de septiembre y será visible en Europa, África, el océano Atlántico y América.

En España se podrá ver también y alcanzará su máximo a las 4 h 48 min, hora oficial peninsular.

En lo que respecta a los planetas solares, el cielo matutino estará dominado por Venus, muy brillante al comienzo de la estación, Marte y Júpiter y, en diciembre, Saturno. Que será el planeta que dominará el principio de la noche al menos hasta mediados de noviembre.


Por otro lado, Mercurio será ocultado por el Sol en su conjunción superior del día 17 de noviembre.

Lluvias de meteoros
Naturalmente también tendremos lluvias de meteoros, que podremos observar aun sin telescopio.

La primera lluvia de meteoros importante del otoño es la de las Dracónidas, cuyo máximo ocurre hacia el 8 de octubre. La siguiente lluvia de meteoros popular en cualquier otoño, es la de las Leónidas, alrededor del 17 de noviembre y que ocasionalmente llega a ser muy intensa.

Y por último en orden cronológico, pero no por ello menos importante, se producirá la lluvia más intensa de todas, que suele ser la de las Gemínidas, cuyo máximo ritmo se da alrededor del 13 de diciembre.

Otras observaciones
Si disponemos de algún pequeño telescopio o en su defecto de unos prismáticos grandes, dotados de un filtro lunar adecuado, podremos enfocarlos hacia Selene y observar su relieve.

La superficie de la Luna.

No crea que su visión le saldrá bien a la primera. Deberá escoger una buena fecha e ir observándola noche tras noche, mientras va creciendo su iluminación. Así podrá ir apreciando la aparición de nuevos accidentes orográficos.

Dejando el satélite, y cuando la noche sea más oscura por haber luna nueva, puede intentar ver la galaxia de Andrómeda; nebulosas de emisión, como la de Orión; o el cúmulo de estrellas de las Pléyades.

Incluso sólo con prismáticos, también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.

Y claro, se pueden mirar las constelaciones. Esas agrupaciones ficticias de estrellas, creadas por la imaginación del ser humano, que no todos saben ver. Alrededor de la Estrella Polar se encontrarán Cisne, Casiopea, Osa Menor y Jirafa.

Las constelaciones eclípticas visibles durante este periodo son las que van de Capricornio a Virgo. Y por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y Andrómeda; por debajo, Ballena y Orión, así como las estrellas Sirio y Proción.

A propósito del Sol
Como ya sabemos, la actividad solar se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias.

Un conjunto de fenómenos físico-químicos, que en la Tierra se aprecian en forma de alteraciones sobre la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares.

Se trata de una actividad cíclica, con un periodo aproximado de once (11) años, que está asociada al ciclo magnético del Sol. El actual es el ciclo solar número 24. Comenzó en diciembre de 2008 y tuvo un máximo en abril de 2014.

Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el otoño el número de manchas solares seguirá decreciendo alcanzando valores entre 43 y 69.




1 comentario :

Anónimo dijo...

Me gustaría que explicara la relación entre el eclipse, la superluna y la luna roja.