lunes, 22 de septiembre de 2008

El final del verano

Es probable que muchos de ustedes coincidan en lo mismo. El 31 de agosto es el lugar común para la mayoría de los españoles, a la hora de decidir la fecha que marca el fin del veraneo.

Un convenio, de acuerdo. Pero muy consensuado. Con su llegada se acaban las vacaciones. Es así. Casi todo el mundo lo sabe, y muy bien, a su pesar. Adios veraneo.

Lo que ya no es tan bien sabido, ni por tantos, es cuándo empieza el otoño, es decir, ¿cuándo es el fin del verano?

Que parece que es igual, pero resulta que no es lo mismo. Una cosa es el fin del veraneo y otra el del verano.

Una cosa es la diversión y otra la estación meteorológica. Ya ven por donde voy.

De equinoccios y solsticios
Del final de este último es de lo que les quiero hablar hoy.

Para empezar han de saber que los cambios de estaciones vienen marcados por cuatro situaciones astronómicas.

Situaciones que están relacionadas con la posición relativa de Tierra y Sol.

Se las denomina equinoccios y solsticios y hay dos de cada una. A saber:

- Equinoccio vernal, da paso a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el hemisferio sur (en este caso se denomina equinoccio otoñal) y tiene lugar en torno al 21 de marzo.

- Equinoccio otoñal, da paso al otoño en el hemisferio norte y a la primavera en el hemisferio sur (en este caso se denomina equinoccio vernal) y tiene lugar en torno al 23 de septiembre.

- Solsticio de verano, da lugar al inicio del verano en el hemisferio norte y al invierno en el hemisferio sur y se produce alrededor del 21 de junio cada año.

- Solsticio de invierno, da lugar al inicio del invierno en el hemisferio norte y al verano en el hemisferio sur y se produce alrededor del 21 de diciembre cada año.

De los cambios estacionales
También les ha de quedar claro que:
1. Tanto equinoccios como solsticios se corresponden con un momento singular, que dura sólo un instante de tiempo. De modo que el cambio astronómico de estación se produce instantáneamente.

No es una fecha. No dura un día entero, aunque acostumbremos a llamar equinoccio o solsticio al día en que ocurre ese instante.

2. Por el contrario, el cambio meteorológico de estación no se produce de forma repentina.

El doble y continuo movimiento de rotación y traslación terrestre, van haciendo que este cambio se produzca de forma gradual y constante, con el sucesivo transcurrir de los días, semanas y meses.

3. Los cambios estacionales son distintos para el hemisferio norte y el hemisferio sur.

4. La fecha de comienzo de las estaciones oscila en un periodo temporal de dos días. Para este año 2008, el equinoccio otoñal (hemisferio norte) tendrá lugar el día 22 de septiembre a las 17:44, hora oficial peninsular.

Algo más acerca del equinoccio otoñal
La palabra equinoccio, vista desde su etimología, proviene del latín aequinoctium y significa "noche igual", lo que ya nos da una buena pista como veremos más adelante.

Desde el punto de vista de la Astronomía, los equinoccios tienen un doble significado.

Son por un lado, cada uno de los dos puntos de la esfera celeste en que la eclíptica corta el ecuador celeste. Y por otro, el momento en el que esto ocurre como ya hemos adelantado.

Sucede que, durante los equinoccios, el Sol está situado en el plano del ecuador terrestre, donde alcanza el cenit, provocando que los días y las noches sean iguales en toda la Tierra; esto ocurre anualmente el 21 de marzo y entre el 22 y 23 de septiembre.

Los distintos tipos de iluminación estacional, que la Tierra provoca en su movimiento anual alrededor del Sol, en el caso de los equinoccios (primavera y otoño) no se da al ser idénticos. Cosa que no ocurre con los solsticios.

Un detalle más, ninguno de los dos equinoccios son un punto fijo en el espacio. Su posición cambia con el tiempo debido a otros dos movimientos, de precesión y nutación, terrestres.

Y un poco del mío
O lo que es lo mismo de mi final de verano. Discúlpenme.

Me suele llegar cargado de melancolía y de tristeza.

De últimos baños en la playa y de primeras lluvias septembrinas.

De cálida ropa de entretiempo y de nuevo tiempo de estudio.

Y por supuesto de, al menos, una canción de final de verano. Una que es triste e introspectiva. Nada que ver con las canciones de verano, alegres y divertidas.

Otro día les hablaré de la canción del verano. Hoy les voy a decir cuál es la mía de final de verano. Se llama, cómo si no, “El final del verano” y es del Dúo Dinámico.

Ya les he advertido en otras ocasiones de mi edad, por lo que deben de comprender la elección. Empieza así:


El final del verano
llegó y tu partirás.
Yo no sé hasta cuando
este amor recordarás.

Les dejo con ella.




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