Dado que son varios los lectores avisados que me han preguntado qué es eso de la moleskine, donde digo tomar nota de algún enrocado encargo, me veo en la obligación de contarlo.
Para empezar he de aclararles que si bien la suelo referir en femenino, la moleskine, es en realidad de género masculino, pues se trata de un cuaderno de notas.
Uno con tapas negras flexibles, provisto de una banda elástica a la derecha para mantenerlo cerrado y con un lomo que permite abrirlo ciento ochenta grados (180º).
Su pequeño tamaño permite guardarlo incluso en un bolsillo, por lo que se puede llevar en todo momento para tomar notas, dibujar, escribir, etcétera.
Como ven nada del otro mundo. Sin embargo algunos hablan de él como de un “cuaderno legendario”, utilizado por viajeros románticos, artistas bohemios e intelectuales de todo el mundo, a lo largo de estos dos últimos siglos ¿Qué hay de verdad en esta historia?
Para empezar he de aclararles que si bien la suelo referir en femenino, la moleskine, es en realidad de género masculino, pues se trata de un cuaderno de notas.
Uno con tapas negras flexibles, provisto de una banda elástica a la derecha para mantenerlo cerrado y con un lomo que permite abrirlo ciento ochenta grados (180º).
Su pequeño tamaño permite guardarlo incluso en un bolsillo, por lo que se puede llevar en todo momento para tomar notas, dibujar, escribir, etcétera.
Como ven nada del otro mundo. Sin embargo algunos hablan de él como de un “cuaderno legendario”, utilizado por viajeros románticos, artistas bohemios e intelectuales de todo el mundo, a lo largo de estos dos últimos siglos ¿Qué hay de verdad en esta historia?
Haciendo historia
Investigando descubro que el gran impulsor moleskinero fue un tal Bruce Chatwin (1940-1989), un novelista y escritor de viajes inglés, muerto a temprana edad y cuya obra más famosa es una novela, ‘Los trazos de la canción’.
Según parece utilizaba este cuaderno en todos sus viajes y escribía en ellos las anotaciones para sus libros. Por lo que para él, su moleskine, tenía una importancia fundamental.
Tanta, que solía poner en ellos su nombre, dos direcciones y la promesa de recompensar a quien la devolviera en el caso de que la perdiese. Dicen que solía decir al respecto: “Perder mi pasaporte era la menor de mis preocupaciones; perder un cuaderno, eso sí que sería una catástrofe”.
Chatwin adquiría estos cuadernos en una vieja papelería parisina, y siempre iba bien provisto de ellos en sus viajes ya que, dada su extraordinaria calidad, no era infrecuente que sus amigos le pidieran que les regalara uno.
Dicen que este cuaderno fue utilizado por personajes que van desde Van Gogh a Matisse, pasando por Picasso y Hemingway. Puede ser. (Continuará)
Según parece utilizaba este cuaderno en todos sus viajes y escribía en ellos las anotaciones para sus libros. Por lo que para él, su moleskine, tenía una importancia fundamental.
Tanta, que solía poner en ellos su nombre, dos direcciones y la promesa de recompensar a quien la devolviera en el caso de que la perdiese. Dicen que solía decir al respecto: “Perder mi pasaporte era la menor de mis preocupaciones; perder un cuaderno, eso sí que sería una catástrofe”.
Chatwin adquiría estos cuadernos en una vieja papelería parisina, y siempre iba bien provisto de ellos en sus viajes ya que, dada su extraordinaria calidad, no era infrecuente que sus amigos le pidieran que les regalara uno.
Dicen que este cuaderno fue utilizado por personajes que van desde Van Gogh a Matisse, pasando por Picasso y Hemingway. Puede ser. (Continuará)
1 comentario :
Buen post sobre el moleskine amigo.
Saludos
Arturo Martinez de Maya
www.atecarturo.com
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