lunes, 18 de agosto de 2025

Faltas de ortografía más comunes: Tildes (1)

(Continuación) En fin, todo sea por dejar una buena impronta escrita en lo personal y, como debido pago por la controvertida y suspecta vocación de servicio bloguero.

Entendidas como aquellos errores en la escritura que infringen las normas de ortografía y gramática, según la Fundación del Español Urgente (Fundéu) existe cierto consenso en admitir que, a la hora de escribir, probablemente sean las tildes las faltas más cometidas por los españoles.

Las más habituales, bien por su ausencia o por su presencia incorrecta, y no menos importantes pues pueden determinar por sí solas el significado de una frase; entre otros errores recordar su ausencia/presencia en las palabras agudas, graves o esdrújulas, toda una pesadilla escolar.

Marchando una de pronombres

O las normativas en los pronombres exclamativos e interrogativos, (“¿cual ha sido el equipo vencedor?” en lugar de “¿cuál ha sido el equipo vencedor?”.  Y ya de la que va, cómo no traer a colación en esto de los acentos gráficos, que los personales “tú” y “él” lo llevan siempre (“No fuiste tú, fue él el que lo hizo bien”).

Pero no así los determinantes y los artículos, que nunca se acentúan (“El examen, tu examen, está ya hecho desde hace muchos meses”). Bueno, también está lo de estos otros pronombres, también personales, “mí” y “ti”, el primero con tilde diacrítica (“¡A mí me lo vas a decir!”) del todo necesaria para no confundirlo, por ejemplo, con la nota musical mi o con el determinante posesivo que, en 1982, hizo famoso a ET, el extraterrestre “Mi caaasaaa”.

No me negará que es un buen nexo éste, entre artes mayores, la cuarta (música) y la séptima (cine), y el arte/ciencia de la ortografía, sobre el que habremos de volver; no, no se puede dejar así como así.

Y seguimos con los adverbios

Pero antes de la deriva adverbial, hacemos lo propio con el segundo de los pronombres, “ti” que, al no tener que diferenciarse de ninguna otra palabra no precisa de la tilde; y ya de la que va, siguiendo con los pronombres no me resisto a ponerle negro sobre blanco otro ilustrativo ejemplo que se resume en la expresión “A mí , pero a ti no”.

Donde el adverbio de afirmación “sí” se escribe con tilde diacrítica, igual que si hubiera actuado como pronombre personal (“Él hablaba para mismo”), una cuestión del todo distinta a si hubiera actuado como conjunción, si vienes, te avisaré” o, de nuevo vuelvo a la cuarta de las artes mayores, como nota musical “La canción empieza en si bemol”, que se escriben sin tilde.

Otro gallo es el que nos canta con el adverbio de negación “no” (vaya por Dios con los vínculos), en el que, al no existir otras palabras con la misma escritura que puedan confundir, no necesita de la susodicha tilde. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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