domingo, 15 de junio de 2008

Electricidad y politica (I)

¿Para qué sirve un recien nacido?
Michael Faraday, científico inglés (1791-1867)

Fue la respuesta-pregunta que el científico dio al Primer Ministro británico, Robert Peel, cuando le presentó su descubrimiento sobre la inducción de corrientes eléctricas mediante campos magnéticos.

Éste, sin mucho interés por el asunto y en tono escéptico, preguntó:

- ¿Y esto para qué sirve?, a lo que Faraday se dejó caer con aquello de:

- ¿Para qué sirve un recién nacido?

No son pocos los que consideran que la anécdota no es auténtica. Puede que así sea.

Pero en todo caso, bien escenifica la tensión casi constante que habría, desde entonces, entre el desarrollo técnico de la electricidad y la desidia política que los gobernantes han sentido por ella.

De todos los grandes científicos del siglo XIX, Faraday es, casi seguro, el más curioso y, seguro, el que más presente está en nuestras vidas. En él está el origen, teórico y experimental, de la electricidad tal como la manejamos hoy.

Su concepción de las “líneas de fuerza” es fundamental para el desarrollo del concepto de "campo".

Y su ley sobre la inducción electromagnética que nos dice que, en un conductor inmerso en un campo magnético variable, se inducen corrientes eléctricas variables, es vital.

Una ley que forma parte de las famosas ecuaciones de la Teoría Electromagnética de Maxwell, uno de los dos pilares de la Física Clásica, junto con la Mecánica newtoniana. Se estudia en el Bachillerato. Y es Física en estado puro.

El hecho de que se la considere una cita apócrifa estriba, en parte, a que no es la única que se cuenta acerca de la electricidad y de él. Hay otra similar, muy parecida en la pregunta, aunque con distinto interlocutor y diferente respuesta.

Por eso precaución con lo anecdótico. (Continuará)

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