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Continuación) Como es lógico, Turing perdió el juicio y fue condenado por los seis delitos.
Para salvarse de la cárcel aceptó someterse, en régimen de libertad condicional, a un tratamiento aún en fase experimental.
Tratamiento de choque por homosexual
Denominado
método órgano-terapéutico, durante un año recibiría dosis regulares de
estrógenos, las conocidas hormonas femeninas que, supuestamente, le ‘curarían su homosexualidad’.
Una medida, sin duda, excepcional para la época.
Una especie de
castración química androgenizante, que no sólo le impidió (1) concentrarse en su trabajo como científico, sino que le volvieron (2) impotente como hombre, le ocasionaron un preocupante (3) aumento de peso y le provocaron una (4) vergonzante
ginecomastia, un desarrollo mamario semejante al de una mujer. Lo llaman
efectos secundarios.
El tratamiento acabó en abril de 1953, pero Turing no pudo superar el trauma psicológico que le produjo. Era el final.
Como científico estaba acabado, como hombre anulado y su imagen pública, dada la enorme difusión que se dio a su proceso judicial en los medios de comunicación, estaba arruinada.
Fue cuando debió pensar, que ya sólo le quedaba el cuento de
La Bella Durmiente.
Muerte de Turing
La tarde lluviosa del 7 de junio de 1954, Turing, cogió una manzana de la cocina y un bote con
cianuro de potasio KCN (s) del laboratorio, un producto que utilizaba en las reacciones de dorado de sus experimentos eléctricos y también un conocido veneno.
Al día siguiente su asistenta lo encontraba muerto en su cama. A su lado, sobre la mesilla, el bote con restos de cianuro y una manzana a medio comer.
Según el forense había muerto envenenado por cianuro, probablemente inyectado en la manzana. El sucedido se consideró, oficialmente, un
suicidio.
Pero no fue la única versión. Para la familia, para su madre, sólo fue un
accidente. Una desgraciada ingesta motivada por la falta de precauciones, que su hijo tenía en el manejo y almacenamiento de las sustancias químicas del laboratorio. Lógico tratándose de una madre.
Y hay una tercera hipótesis más sobre la muerte, para así terminar de envolverla en una nube de misterio. La del
asesinato.
Para algunos, la inestabilidad intelectual y emocional de Turing de sus últimos años, y los amplios conocimientos sobre muchos secretos militares, lo convertían en un riesgo potencial para la seguridad nacional.
Motivo por el que la inteligencia británica habría decidido su asesinato. No sé. La veo algo ilógica y bastante conspiranoide.
En cualquier caso un final amargo y terrible para una vida. Porque además hace sólo 55 años que sucedió, a mediados del siglo XX y en la democrática y liberal Inglaterra.
Un país y una época donde hoy se nos hace impensable que pudieran coexistir tanta ignorancia, brutalidad y prejuicios juntos. Tantos como para que condujeran a tal persecución judicial y tormento físico y psicológico de una persona.
Turing y Apple
Un último apunte sobre esta resumida biografía. Como dicen que la imaginación es libre, alguna que otra mente dispuesta encontró hace tiempo, una posible relación entre, la luctuosa imagen de la manzana mordida por Turing y el insólito logotipo de la empresa informática
Apple Inc. McIntosh, precisamente, una manzana mordida.
Es una especie de leyenda que corre por los mentideros pseudocientíficos. Está claro que hay gente para todo.
Según la misma, el logotipo podría ser un homenaje póstumo a Turing y su relevante papel en el mundo de la informática. Vaya usted a saber.
Pero en ese caso si lo piensa, también podría ser un recordatorio del cuento de Blancanieves y su exégesis ¿Por qué no?
Aunque pensándolo mejor, durante un tiempo, el colorido del logotipo fue muy parecido al de la orgullosa
bandera gay. Así que, visto así, no sabría a qué carta quedarme. Voy a ver si averiguo algo y se lo cuento.
En cualquier caso, y sea el santo que fuera, por informático, suicida o maricón, lo cierto es que la empresa informática ni confirma ni niega ninguna. Algo esperable. Al fin y al cabo es publicidad gratuita.
Alan Turing, matemático, precursor de la informática moderna, creador de la inteligencia artificial, atleta casi olímpico, criptógrafo, héroe de guerra, y suicida por maricón.
Es inconcebible que su trayectoria profesional y circunstancias personales no sean más conocidas. Pero estas cosas pasan.
Lo cierto es que la tendencia sexual gay, como el lesbianismo, casi nunca han resultado fácil de manifestar en nuestra sociedad. Por no decir nunca.
No, no es fácil ser homosexual en un mundo, mayoritariamente, heterosexual.