Con esta interesante cuestión me inquiere un buen seguidor de este blog, ¿es lo mismo oír que escuchar?
Para mí tengo que no es así y para contárselo recurro a las fuentes autorizadas: ¿Qué nos dice el diccionario de la RAE?
Pues si lo consulta verá que no es lo mismo.
Oír hace referencia, sólo, a la acción de percibir con el oído los sonidos. Mientras que escuchar es algo más, es nada menos que la disposición a prestar atención.
Mientras uno atiende a la faceta más objetiva y externa a nosotros del fenómeno. El otro lo hace a la subjetiva y más propia de nuestra mismidad. Es decir que no son sinónimos.
Se parecen, pero no son iguales. Se puede estar oyendo sin escuchar. Como el que oye llover. Alguien me dijo en cierta ocasión que se escucha queriendo y se oye sin querer.
Una aparente contradicción que ocurre con otros términos. Por ejemplo se puede mirar y no ver. O ponerse a buscar sin encontrar.
Claro que, al no haber prioridad entre lo objetivo y lo subjetivo del asunto, también se puede estar escuchando tras una pared y no oír nada. O llegar a ver algo, sin mirarlo siquiera. O encontrar sin buscar, lo llaman serendipia.
Lo que, bien pensado, puede sembrar algo de duda lingüística.
De lo que no hay duda es de lo importante que resulta para el ser humano, el hecho de ser escuchado.
Es una señal de que nos toman en serio, de que desean conocer nuestras ideas y sentimientos. De que importa lo que tenemos que decir.
Poca gente puede negar el alivio casi instantáneo que sentimos, cuando contamos una pena. O la satisfacción que nos produce compartir nuestras alegrías y logros.
Sin contar el innato deseo que tiene el ser humano de ser comprendido. En definitiva, de que nos escuchen.
Algo que es más difícil de lo que la mayoría de la gente puede suponer. Por lo que resulta infrecuente y por ende, una desgracia, dado lo importante que es para los seres humanos ser escuchados.
Escuchar, un bien que escasea ¿Oído o escuchado?
Para mí tengo que no es así y para contárselo recurro a las fuentes autorizadas: ¿Qué nos dice el diccionario de la RAE?
Pues si lo consulta verá que no es lo mismo.
Oír hace referencia, sólo, a la acción de percibir con el oído los sonidos. Mientras que escuchar es algo más, es nada menos que la disposición a prestar atención.
Mientras uno atiende a la faceta más objetiva y externa a nosotros del fenómeno. El otro lo hace a la subjetiva y más propia de nuestra mismidad. Es decir que no son sinónimos.
Se parecen, pero no son iguales. Se puede estar oyendo sin escuchar. Como el que oye llover. Alguien me dijo en cierta ocasión que se escucha queriendo y se oye sin querer.
Una aparente contradicción que ocurre con otros términos. Por ejemplo se puede mirar y no ver. O ponerse a buscar sin encontrar.
Claro que, al no haber prioridad entre lo objetivo y lo subjetivo del asunto, también se puede estar escuchando tras una pared y no oír nada. O llegar a ver algo, sin mirarlo siquiera. O encontrar sin buscar, lo llaman serendipia.
Lo que, bien pensado, puede sembrar algo de duda lingüística.
De lo que no hay duda es de lo importante que resulta para el ser humano, el hecho de ser escuchado.
Es una señal de que nos toman en serio, de que desean conocer nuestras ideas y sentimientos. De que importa lo que tenemos que decir.
Poca gente puede negar el alivio casi instantáneo que sentimos, cuando contamos una pena. O la satisfacción que nos produce compartir nuestras alegrías y logros.
Sin contar el innato deseo que tiene el ser humano de ser comprendido. En definitiva, de que nos escuchen.
Algo que es más difícil de lo que la mayoría de la gente puede suponer. Por lo que resulta infrecuente y por ende, una desgracia, dado lo importante que es para los seres humanos ser escuchados.
Escuchar, un bien que escasea ¿Oído o escuchado?
qué es serendipia?
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