Como en el primitivo calendario romano era el quinto mes del año, se le denominaba Quintilis, o sea mes quinto. No fue hasta el 44 a.C., año del asesinato de Julio César, que su nombre cambió al de Julio. Y se hizo en su honor ya que había nacido, precisamente, en este mes.
Junto con agosto, dedicado al emperador César Augusto, son los dos únicos meses cuyos nombres derivan del de una persona.
A propósito de Julio César y César Augusto un detalle curioso. Originariamente estos dos meses del antiguo calendario, Quintilis y Sextilis, tenían cada uno 31 y 30 días, pero al ser renombrados en honor a ambos emperadores hubo que cambiarlos.
Resultaba que, desde el punto de vista político se producía un agravio comparativo. Uno tenía un día más que el otro. Algo que era políticamente incorrecto.
Por eso se decidió que agosto tuviera 31 días, en vez de los 30 que tenía cuando se llamaba Sextilis. Un día que hubo que quitar al mes de febrero, que por entonces tenía 29 los años normales y 30 los bisiestos. Es decir uno más que en la actualidad.
Y poco más que decir. Como en esta época del año se lleva a cabo la recolección del trigo, julio se suele representar con un segador practicando esta faena agrícola.
Bueno sí. Un breve apunte. Con esta entrega, la duodécima, doceava al decir de algún que otro ministro y victima de la logse, damos por terminada esta sección etimológica-calendaria de los meses del año que nos ha acompañado durante doce meses. Claro, ¿cuánto si no?
Junto con agosto, dedicado al emperador César Augusto, son los dos únicos meses cuyos nombres derivan del de una persona.
A propósito de Julio César y César Augusto un detalle curioso. Originariamente estos dos meses del antiguo calendario, Quintilis y Sextilis, tenían cada uno 31 y 30 días, pero al ser renombrados en honor a ambos emperadores hubo que cambiarlos.
Resultaba que, desde el punto de vista político se producía un agravio comparativo. Uno tenía un día más que el otro. Algo que era políticamente incorrecto.
Por eso se decidió que agosto tuviera 31 días, en vez de los 30 que tenía cuando se llamaba Sextilis. Un día que hubo que quitar al mes de febrero, que por entonces tenía 29 los años normales y 30 los bisiestos. Es decir uno más que en la actualidad.
Y poco más que decir. Como en esta época del año se lleva a cabo la recolección del trigo, julio se suele representar con un segador practicando esta faena agrícola.
Bueno sí. Un breve apunte. Con esta entrega, la duodécima, doceava al decir de algún que otro ministro y victima de la logse, damos por terminada esta sección etimológica-calendaria de los meses del año que nos ha acompañado durante doce meses. Claro, ¿cuánto si no?
¿Quién inventó el año bisiesto?
ResponderEliminarEnhora buena por el blog.
solo surgió la necesidad de sacarlo porque un año terrestre tiene 365 días y 6 horas. Por lo cual seis horas en cuatro años forman un día que lo pusieron en febrero mes que antes era de 29 y biciesto de 30
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