Viajes de Marie Curie a España

Escribir de la famosa y archiconocida científica polaco-francesa Marie Curie (1867-1934) es sinónimo de hacerlo de una de las grandes personalidades de la ciencia mundial, siendo realmente difícil encontrar a alguien medianamente formado, que no tenga al menos un ligero conocimiento de su vida y obra. Curie conocida, reconocida y reconocible.

Una Hacedora de la ciencia

Una mujer que junto al que fuera su marido Pierre Curie (1859-1906) -no tan conocido, reconocido ni reconocible- realizó grandes aportaciones en los campos de la física, la química y la medicina, una auténtica Hacedora de la ciencia.

Una mujer única que fue la primera en (casi) todo lo que se propuso en la vida, pues además de acceder a una educación reservada sólo a los hombres, se convirtió en una de las investigadoras más importantes de nuestra sociedad protagonizando dos hitos históricos.

Ser la primera mujer profesora de la Universidad de la Sorbona (1906) y la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades: el de Física en 1903 por sus investigaciones sobre la radiactividad y el de Química en 1911 por el descubrimiento del radio (Ra) y el polonio (Po).

Por si está interesado en el tema pásese por VCM-20. Marie Curie, la primera en (casi) todo o Marie Curie [CR-158] entre otras entradas del blog.

“Petites Curies”

Y si bien es cierto lo que le decía al principio, es difícil encontrar a alguien que no haya oído hablar de la Curie, no lo es menos que existen aspectos o hechos de su vida que, a pesar de su notoriedad son bastante menos conocidos.

Como es el caso de su relación con la medicina, que la “ciencia popular” vincula con el uso del radio cuando en realidad la más intensa e importante fue con la utilización de los rayos X que incorporó a algunos vehículos que eran enviados al frente durante la Primera Guerra Mundial y que fueron popularmente conocidos como “Petit Curie”. Todo un reconocimiento popular.

Su vital aplicación era la localización de proyectiles y fracturas óseas en los cuerpos de los combatientes en el mismo, mismo, frente con las ventajas sanitarias que esa inmediatez suponía, por cierto, ella misma conducía uno de “sus coches”.

Los viajes

Otro de estos aspectos poco conocidos es el que nos trae hoy por mero oportunismo temporal, y está relacionado con los viajes que realizó a nuestro país, a España, donde vino hasta en tres ocasiones a lo largo de un periodo de catorce años. En concreto en 1919, 1931 y 1933. (Continuará)

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