jueves, 5 de octubre de 2023

Acerca de la emergencia climática

Por diferentes circunstancias que no hacen al caso, he ido mandando para abajo día tras día, en el virtual montón de artículos por escribir que se me suele acumular en el digital archivo del portátil, este que hoy le traigo y del que es probable le resulte más o menos familiar su título.

Familiar digo, al ser muy parecido al de la declaración firmada por más de mil seiscientos (1609) científicos de todo el mundo, hace ahora de esto cosa de un mes y que apareció en los medios de comunicación de medio mundo.

Un texto promovido por la fundación Climate Intelligence (CLINTEL) y titulado de manera categórica No hay emergencia climática, que en líneas generales disiente de manera bastante radical con el pensamiento único, afirmador de que estamos inmersos en un cambio climático acelerado por la mano del hombre, en especial por las emisiones de gases de efecto invernadero de los últimos años.

Una teoría compartida mayoritariamente por (casi) todos los países del mundo y cuyas intenciones se han plasmado en el Protocolo de Kioto (2005) o el Acuerdo de París (COP21), que fijan como propósito una notable reducción por etapas, de estas emisiones. Va para un año que hay algo enrocado y puede leer en: COP27. Sharm El-Sheikh, COP27, ¿Qué debemos esperar? y COP27. Resiliencia y efecto invernadero.

Sin embargo, este millar largo de científicos de los que le hablo y entre los que se incluyen dos premios Nobel, piensa que el cambio que experimenta el ambiente en la actualidad se debe, únicamente, a un ciclo normal y propio de la Tierra.

Algo que ya ha ocurrido en otras ocasiones a lo largo de su historia, a los que a periodos fríos han seguido inevitablemente otros cálidos y así sucesivamente. De modo que, en su opinión, es del todo prescindible que los países tomen medidas a fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono, CO2 (g), a la atmósfera para evitar su calentamiento global.

Antes de meterme en harina y yendo de lo más próximo a lo más alejado me llama la atención que entre dichas firmas, sólo una docena de ellas sea de científicos españoles: ¿a qué cree usted que se pueda deber, sujeción laboral, concordancia científica, corrección política?

Se lo pregunto porque son menos de un uno por ciento (0,7458 %) y, ¿cuál es el tanto por ciento de científicos españoles a nivel mundial en estas disciplinas ambientales? ¿cuál es entonces su relevancia?

Ya que va de porcentaje, ¿le parece cuando menos significativo el citado número de investigadores a nivel mundial, que no coinciden con la hipótesis del cambio climático inducido y acelerado por la acción del ser humano? (Continuará)


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