(Continuación) Naturalmente, éste no puede ser otro que el constructor inglés William Willett, considerado “padre del horario de verano”, con él y con sus circunstancias nos metemos en la tercera categoría de quisicosa, la científica.
Quisicosa
científica. ‘Nature’
Desdichado
Willett le decía porque, incluso el mismo mundo científico se opuso a su
novedosa novedad horaria estival. Y lo hizo porque no en vano entraba en
conflicto de intereses con el reciente establecimiento de un sistema de husos
horarios del que se encontraban muy orgullosos. Pueden ampliar algo de información
sobre este tema en las entradas ‘Doodle’ de Sandorf Fleming (1); ‘Doodle’ de Sandorf Fleming (y
2); Algo más de ciencia, tauromaquia
y suripantas y en alguna otra más que se me escape, por lo que lo dejo aquí.
De hecho, vuelvo a la oposición, algunos hombres de ciencia utilizaron la prestigiosa revista ‘Nature’, como plataforma para frenar dicha iniciativa que, en su opinión, introducía molestas irregularidades en su nuevo orden mundial. Tan impopular llegó a ser la medida.
De la
revista científica, de la que existen numerosos enrocados, solo le daré tres
pinceladas: es una de las más prestigiosas que existen a nivel mundial;
fue fundada por el astrónomo británico Norman Lockyer (1836-1920) para
facilitar la transmisión del conocimiento entre las diferentes disciplinas; y
su primer número apareció publicado el 4 de noviembre de 1869, así que por días
no estamos de aniversario, del centésimo quincuagésimo tercero (153.º) en concreto.
Quisicosa científica. Lockyer
Del hombre comentarle que, además de la revista, también fundó la arqueoastronomía, una disciplina encargada del estudio de las orientaciones de los monumentos arqueológicos y su posible relación con diferentes cuerpos o sucesos estelares.
Perdone
la simpleza descriptiva de la disciplina, se encuentra muy alejada de mi
formación universitaria por lo que la complemento con un par de ejemplos aclaratorios, los
conocidos y reconocidos monumento de Stonehenge y las pirámides de Giza, son buena
muestra práctica de mi, no nada buena, muestra teórica.
Y como
investigador, a Lockyer se le considera codescubridor del elemento químico
helio, junto al astrónomo francés Pierre Janssen (1824-1907), un hallazgo
fruto de las observaciones realizadas durante el eclipse solar del 18 de
agosto de 1868. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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