Apolo 11. Breve aproximación científico-técnica (10)

(Continuación) Consistían en un reflector láser con más de un centenar de prismas de cristal, destinado a efectuar precisas mediciones desde nuestro planeta de la distancia Tierra-Luna (d_T-L), y que sigue funcionando cincuenta años después.

Un sismómetro con una pequeña batería de plutonio (Pu), para registrar terremotos lunares y la caída de meteoritos, que no sobrevivió a la primera noche lunar. Y un detector de partículas nucleares, esto es, una especie de cinta metálica (alumino, Al) de quince por tres decímetros (15 x 3 dm) sobre la que incidía el viento solar y que, posteriormente, trasladaron al LEM para poder analizar en la Tierra su naturaleza.

A la vista está que no se puede decir precisamente que, desde el punto de vista científico, la expedición Apolo 11 pecara de ambiciosa, no, coincido con usted, pero es lo que había. La misión Apolo 11 era la cuarta (4 ª) de la serie de vuelos tripulados del programa Apolo y la que iniciaba la exploración humana de nuestro único satélite, y sin duda fue una extraordinaria odisea humana. Y a todo esto, sigo con la EVA de nuestros astronautas, estos continuaban con sus tareas.

EVA: Bandera y placa

Unas actividades lunáticas que alternaron con la simbólica colocación y despliegue de una bandera de los Estados Unidos en el suelo lunar y que, con su tamaño de cien por cincuenta y dos centímetros (100 x 52 cm) había sido comprada por cinco dólares y medio (5,50$) en los almacenes Sears, próximos a Cabo Cañaveral.

Una puesta de bandera que por cierto se realizó no sin cierta dificultad y tras varios intentos debido, tanto a la composición y dureza del suelo, como al traje de los astronautas que no les permitía maniobrar con facilidad. De hecho, la punta de acero del asta apenas se clavó en la superficie y, aunque quedó estabilizada, cuando el módulo despegó, Aldrin pudo ver por la ventanilla que el arranque de los motores había tirado otra vez la bandera.

Y, claro, también descubren la placa conmemorativa del acontecimiento, que va fijada en la fase de aterrizaje del módulo lunar, en una de sus tres patas. Firmada por los tres astronautas de la tripulación y por el entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, en ella reza: ‘Aquí, hombres del planeta Tierra pisaron por primera vez la Luna, julio de 1969 d.C. En nombre de la humanidad, vinimos en son de paz. Presidente de Estados Unidos de América - Richard Nixon’.

EVA: Llamada presidencial

Tras el ‘momento descubrimiento de placa’ los astronautas recibieron, cómo no, la llamada del mismo presidente de los EE. UU. Fue la conversación telefónica de mayor distancia jamás realizada hasta ahora, hablamos de trescientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos kilómetros (384 400 km). (Continuará)

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