miércoles, 6 de noviembre de 2024

DCPS. Cartela de Ehrlich en el Laboratorio Municipal de Sevilla (3)

(Continuación) La mala racha iniciada con el “robo” de su método de tinción del bacilo tuberculoso continuó pues, por esas fechas, le diagnosticaron una tuberculosis que al parecer contrajo en el laboratorio, todo apunta a su fama de laborante descuidado incluso con muestras patológicas peligrosas.

Década años ochenta del siglo decimonónico. Enfermedad, viajes y retorno

Una enfermedad en principio de tal gravedad que sus colegas le “desahuciaron” al menos profesionalmente, en fin, con compañeros así no hacen falta ya sabe qué. El caso es que entre 1886 y 1889, Ehrlich viajó a Egipto y otros países en compañía de su esposa, se había casado en 1883 con Hedwig Pinkus, hija de un próspero industrial textil.

Lo hizo en parte para curar su enfermedad con un cambio de clima, un propósito vital logrado pues se recuperó, aunque no está muy claro el motivo clínico, y que alternó con sus estudios ya que durante todo ese tiempo no dejó de trabajar y mantener contacto científico con Robert Koch.

Quien a finales de los ochenta lo invita para que se integre como su asistente al equipo del recién establecido Institut für Infektionskrankheiten. Un centro del que era director y en el que ya trabajaban científicos de la talla de Gaffky, Loeffler, Pfeiffer, Welch o Kitasato (Sí, el del matraz Erlenmeyer con tubo de desprendimiento del laboratorio de química de los tiempos estudiantiles).

Década años noventa del siglo decimonónico. Inmunidad y quimioterapia

Es entonces cuando se abre para él un nuevo campo de investigación, el de la inmunidad, partiendo de un hecho conocido: las bacterias producen toxinas y los organismos antitoxinas para su defensa, algo parecido a lo que sucede con algunos venenos vegetales como el ricino.

Y en el estudio de este fenómeno, y las leyes científicas por las que se rige, logra demostrar que: a) la inmunidad del recién nacido procede de la madre inmune, es de origen intrauterino; b) se transfiere a través de la leche; c) tiene una corta duración; y d) las antitoxinas resisten la digestión durante ese periodo de la vida.

Ergo, existen dos tipos de inmunidad, activa y pasiva, y es manifiesta la importancia de la lactancia materna. Pero también se dedicó a otros asuntos. Koch le encarga supervisar la unidad de tuberculosis del Hospital Moabit, de Berlín, a fin de investigar el tratamiento de la enfermedad, llegando a descubrir la ineficacia salutífera de la tuberculina, pero su posible uso para el diagnóstico.

Realiza también estudios sobre el uso del indicador azul de metileno en el tratamiento de la neuralgia y su eficacia en pacientes con malaria e investiga la constitución de la toxina diftérica; estamos en el germen de lo que terminará siendo la quimioterapia antimicrobiana.

Década años noventa del siglo decimonónico. Teoría cadenas laterales

En 1896 es nombrado primer director del Institut für Serumforschung und Serumprüfung, creado para su especialidad y en este periodo siguió investigando el suero antidiftérico y aplicó su teoría de las cadenas laterales a la inmunología (1897) que tuvo no pocos detractores. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 10 de junio de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

 

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