(Continuación) Con posterioridad Anaxímenes (590-528/5 a. C.), discípulo de Anaximandro, sostiene que es el aire la esencia de todo, mientras Heráclito de Éfeso (535-480 a. C.) hace lo propio con el fuego. Tres eran tres.
Pero fue Empédocles de Agrigento (495-435 a. C.), alumno
de Heráclito, y a menudo calificado de excéntrico, quien le dio una vuelta de
tuerca más a este asunto, al imaginarse el mundo mediante un modelo físico algo
más complejo.
Una especie de combinación de los anteriores elementos
materiales: agua, aire y fuego a los que él añadió un cuarto, la tierra.
(‘Hay cuatro elementos, fuego, agua, tierra y aire. La amistad los une y el
odio los separa’). Maravilla griega.
Agua y
Tales de Mileto
En palabras del milesio ‘El agua es el principio de todas las cosas’, el elemento primero o la sustancia última que conformaba el universo, todo es cuestión de perspectiva, su elemento básico (arjé) y el generador de todo; y así, plantas y animales no eran más que agua condensada bajo diversas formas, que se volvían a convertir en agua una vez morían.
Esto es lo que decía un hombre que introdujo la
investigación racional sobre el origen del universo y la naturaleza, cuando el
resto del mundo lo explicaban mediante mitos y leyendas; nacía así la primera
teoría occidental sobre el mundo físico de la mano de quien está considerado
uno de los precursores de la ciencia moderna, de los siete sabios de Grecia y
el primer filósofo de la historia.
En una humanidad marcada por la interpretación mitológica
de los fenómenos de la naturaleza, él recurrió a explicaciones racionales para
mostrar el funcionamiento del mundo. Grande.
Por ejemplo, Tales sostenía que la tierra que pisamos es una especie de isla que “flota” sobre el agua, de forma parecida a como lo hace un tronco de madera, y siguiendo con la analogía explicaba por qué la tierra a veces temblaba: como estaba sobre una base no fija, el agua movible de debajo, la superficie terrestre se tambaleaba. Lógico.
En su nuevo modo de entender la naturaleza la explicaba sin
necesidad de recurrir a las divinidades, ni utilizaba al dios Poseidón
cuando se producía un temblor de tierra, ni a Zeus para explicar por qué
caían desde el cielo rayos a la tierra, ni... Todo tenía un origen natural, nada
divino.
Del hombre decirle que no han trascendido escritos de
ninguna de sus teorías pero que éstas fueron difundidas por los testimonios de
otros filósofos como Aristóteles o Séneca, algo tendrá el agua
cuando la bendicen.
Si lo piensa no faltan datos y hechos observables que permiten afirmar que el agua es una condición necesaria para la vida, ¿tenemos entonces todos los seres vivos un único origen común?
En este sentido fue iniciador de
una corriente filosófica de pensamiento basada en la idea de “Todo es uno”, una
teoría de unicidad que ha tenido continuidad hasta nuestros días. ‘Otros
pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios’, Nietzsche.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras
en negrilla y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 17
de junio de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario
digital Sevilla Actualidad.
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